EXTRA II

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Rick y Lee no se habían movido ni un milímetro, todo había sido tan rápido que no habían podido reaccionar. Se miraron y lo único que habían podido hacer era reír. Debían de recordar ponerle seguro a la puerta la próxima vez.

Rick y Stan se acababan de ir, era un poco más de las diez de la noche, pero por ese día Stanford tenía bastante de las "actividades" secretas de su gemelo y su novio. Ahora de nuevo Ford y Fidds estaba solos. Esa resultó ser una tarde bastante incomoda al menos para él, ya que su compañero parecía divertido con esa situación.

–Pese a lo horrible que fue la situación, realmente estamos a nada de concluir el proyecto –decía Ford dejándose caer en su silla.

–Así es mi amigo –contestó Fidds golpeando uno de sus muslos.

Seguían bebiendo zarzaparrilla, algo que por extraño que parezca disfrutaban los cuatro. Ford como siempre estaba pensando, pensando en su hermano y Rick.

–¿Fidds puedo preguntarte algo? –Ford rompió el silencio.

–Por supuesto –respondió el chico sureño dejando a un lado su bebida.

–¿Tú los entiendes? ¿Tu logras entender lo que hay entre Stan y Rick? – le decía mirándolo a la cara.

Fiddleford se quedó pensativo por varios minutos, sabía que la respuesta que esperaba Ford era demasiado importante para tomarla a la ligera.

–Creo que sí y al mismo tiempo no –dejo escapar una risita. –Creo que jamás entenderé esa forma tan peculiar que tienen de relacionarse.

–Sí, eso de contarnos que no encontraban los boxers de Rick fue demasiado –señaló Ford.

–Sin duda –asintió Fiddleford. –Pero entiendo que quieran estar siempre juntos, que les duela estar separados, que el otro pareciera una parte vital de estar vivo. Lo entiendo porque están enamorados, en Tennessee hay muchos mitos sobre las almas gemelas y el destino, así como tu madre les dijo "debían encontrarse". Rick es un hombre de ciencia como nosotros, no creo que esas cosas vayan con él, sin embargo, decidió luchar por Stan. Pienso que lo hizo porque sin duda lo ama.

–Tal vez ese sea el problema, nunca he amado a alguien al menos de esa forma –decía Ford quejándose. –Es más ni siquiera he besado a alguien.

–¿Podríamos intentarlo? –Fidds estaba sonrojado, no sabía de donde había sacado el coraje necesario para decirlo, pero recordaba las palabras de Stanley "si el no hacía nada al respecto Ford nuca se daría cuenta".

–Bueno ya sabes como un experimento, podrían hacer tus notas acerca de tu reacción con el beso ahora sí que estaba completamente rojo.

–Está bien –dijo Ford. –Eres el mejor Fidds, pero no tengo ni idea de qué hacer.

–No es tan difícil, sentémonos en el suelo –le dijo Fidds.

Ford obedeció, toda aquella situación era nueva, bastante intrigante, su corazón comenzaba a latir rápidamente, el simplemente estaba emocionado. Fiddleford se sentó a su lado, mucho más cerca de lo que jamás habían estado, permanecieron callados un segundo.

–Y a ahora qué... –por segunda ocasión en ese día no había podido terminar su frase, ya que los labios de Fidds habían callado su boca.

Pasaría algo de tiempo para que Ford pudiera describir lo que había sentido ese día, lo que esa noche dentro de él cambió, peor por ahora bastaba con saber que por un segundo entendió sobre lo hablaba Fidds, sobre lo que se refería su madre con "líneas del destino". Después de esa noche Ford pudo entender un poco más a Rick, pero sobre todo a Stan, ya que, en el universo y en sus múltiples posibilidades aún no estaba todo escrito.

LÍNEAS DEL DESTINOWhere stories live. Discover now