Me tambalee como si me hubieran golpeado.
Escuché pitidos en los oídos, quizás tal vez fue mi imaginación, quizás nada fue real.
— No es necesario que tengas una relación con él, tan solo es por el contrato, cada uno puede hacer su vida privada por separado, deberán vivir juntos y asistir a donde se les ordene.—La mirada de mi madre era fría como siempre, ese hielo nos separaba hace mucho tiempo, pero por costumbre ya no dolía.
Volví a escuchar lo que dijo atentamente.
Entonces es real, verdaderamente está pasando, ¿Acaso debería responder? ¿Decir que me parece una completa locura es válido?
— Escucha Ella, se que no te he dado mucho amor durante tu vida, lo entiendo —suspiró— pero como tu madre debo obligarte a hacerlo, no es solo por mi bien, necesitamos esto.
¿Lo necesito?, ¿Necesito casarme con un desconocido?, ¿Que hay de mi?, al parecer no es importante, no lo entiendo, yo lo aceptaba, realmente aceptaba la falta de afecto, mientras siguiera con mi vida, pero... ¿Y ahora qué?
— Tan solo será un acuerdo, si sirve de algo, tendremos una cena para que se conozcan.
Al parecer mi opinión no era importante, al parecer iba a casarme.
