Malos Ratos

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"¡vacaciones!"

Kō Yagami no pudo controlarse al sentir el alivio del fin de una jornada de trabajo, aunque trabajar era su pasión de vez en cuando no renegaba de un poco de descanso. Ahora libre de sus obligaciones respiraba feliz por algo bien ganado... un poco de paz.

La rubia Yagami había estado trabajando desde hace más de un año en una empresa desarrolladora de videojuegos ubicada en Paris. ¿Qué hacía ahí? Pues había sido su decisión, el explorar otros ambientes y superarse así misma fueron sus metas a largo plazo. ¿Cumple? Sí que lo hace.

Pero su decisión no fue del agrado de todas sus amigas en su antiguo trabajo en Japón, pero al menos contó con el apoyo de ellas y con el tiempo eso se volvió algo normal y natural. Sin embargo estaba deseosa de volver aunque sea por un par de semanas, poco tiempo, pero suficiente para ponerse al corriente de lo que se ha suscitado en su ausencia.

"¿volverás a Japón Yagami?" alguien le pregunta acercándose desde atrás curiosa hacia el escritorio de Yagami, esa era su jefa y amiga Catherine Yamato "voy a sentirme triste sin mi perro"

"deja de decirme así" Kō hizo un puchero mientras deslizaba unas carpetas y apagaba su equipo "ya compré los boletos, mi avión sale a media noche" dijo terminado de recoger sus asuntos

Solo por ese día se le iba permitir irse a casa a las cinco de la tarde, tiempo suficiente para que pueda recoger sus pertenencias y tener todo listo para el viaje. Además Yagami tenía en mente el magnífico plan de dormir un poco antes de tomar el vuelo, no deseaba llegar a casa y estar toda cansada como para desperdiciar el tiempo.

"se te extrañará mucho por aquí" dijo de pronto un joven apuesto de buen porte y fornido que irrumpió en la oficina de la rubia

"no hay por qué, no sería por mucho tiempo Fabián" le respondió regalando su mejor sonrisa

El chico se sonrojo y aparto la mirada algo distraído por el repentino contacto con ese hermoso mar que son los ojos de Yagami, Catherine vacilo al instante y codeo suave a la rubia, pero esta no entendió su punto.

"créeme... yo ¡digo!... nosotros te echaremos de menos..." quiso decir el joven

"a mí no me involucres" se defendió Catherine

"bueno... entonces creo que es un adiós" dijo el joven y quiso despedirse de la rubia con un beso en la mejilla, aunque el mismo desistió de esa idea pues Yagami aún no se acostumbraba a eso "espero que cuando vuelvas... me aceptes un café"

Si la rubia le aceptaba, el mundo estaría loco, o al menos así lo creía Catherine, pues si bien desde que esos dos se conocieron, muchas han sido las veces en las que el apuesto Fabián intentó invitar a algún lado a la rubia, como para conocerse mejor y tratar de avanzar como él lo diría a un nuevo nivel; sin embargo ya era incontables las veces en las que Kō rechazaba aquellas invitaciones, aunque el chico aún no se rendía.

"lo siento... bueno... ya veremos jeje" claro que era de esperarse

Catherine le hiso una señal con la mano a Yagami para que ella diera algo de esperanza al chico, que pues se notaba que sufría un poco, pero Kō no entendió, otra vez, lo que Catherine quería decir con sus gestos. Mientras la despedida de aquellos terminaba con un simple apretón de manos y Catherine suspirando negando por la falta de tacto de la rubia, aunque si sospechaba bien, aquella frialdad de Yagami hacia el sexo opuesto tenía un motivo.

"Shizuku, tu influencia aun la persigue" susurro Catherine por lo bajo pensando en las posibilidades de aquello mientras mantenía la mirada fija sobre la rubia

"¿eh? ¿Has dicho algo?" volteo la rubia desconcertada

"no en realidad... supongo que será mejor irnos a casa" Catherine bajó los hombros y avanzó hacia el ascensor, Kō rápidamente agarró sus cosillas y le siguió "a veces puedes ser cruel Yagami"

"¿a qué te refieres?" preguntó entrando en el ascensor junto a Catherine y posándose a su lado

"¿no te das cuenta verdad?"

Kō se reservó a contestar, primero porque trató rápidamente de buscar la respuesta adecuada pero sus cabecita loca no encontraba la referencia. Segundo, no estaba entendiendo bien a que venía la actitud de Catherine y sus raras señales de antes, que créalo o no, Yagami estaba segura que una cosa y la otra estaban conectadas de alguna forma.

Ya en el coche Yagami sacó su celular y como una colegiala enamorada revisaba ciertos correos, correos viejos, pero que tenían un efecto tranquilizador y bastaba verla sonreír para darse cuenta de algo. Catherine discreta de vez en cuando se despistaba de la carretera para observarla, de pronto sintió mucha curiosidad aunque estaba enterada de quien era la responsable de esos mensajes.

"una pregunta Yagami" dijo Catherine llamando la atención de la rubia que de momento despegó su vista de su celular "¿Qué piensas sobre el matrimonio, crees poder llegar ahí algún día?"

La pregunta la tomo con la guardia baja, pues bien nunca antes había hablado de eso con nadie... con excepción de Rin, pero eso fue solo un instante "bueno... yo no he pensado en eso" dijo simple y llanamente

"Tal vez estoy equivocada, dime tu... ¡¿alguna vez has tenido un novio, o si quiera te has enamorado?!" insistió

"no que yo recuerde, casi siempre mantenía mi mente ocupada como para pensar en cosas típicas de adolecente. Rin siempre decía que mi cabeza solo servía para el trabajo y que algún día llegaría a casarme con él jeje"

Rin, ahí estaba ese nombre. Catherine podría decir sin equivocarse que la persona más importante para Yagami era su mejor amiga Rin, pues de Yagami casi nunca salía otro nombre más que ese. Pareciera que Rin Toyama es parte vital de Yagami y aún estaba en debate el cómo la rubia sobrevivió sin su madre ese último año.

"con todo lo que me has contado casi podría jurar que tú ya estas casada, y que Rin Toyama es tu esposa" Kō enrojeció como tomate y solo se encogió avergonzada "jeje es broma, pero bueno... tal vez ella sea la que se case antes que tú"

Kō se quedó pensando, no pudo simplemente dejarlo pasar, era cierto y algo de ella sufrió por eso. Yagami jamás había considerado esa posibilidad, ni siquiera se lo había preguntado, pues quien tiene el tiempo para eso. Mas esa posibilidad ya no la dejaría estar tranquila y desconocía completamente esa sensación de inquietud de la cual fue testigo y perseguirá a donde vaya.

Las cosas no cambiaron mucho durante el viaje, sus planes iniciales simplemente no funcionaron y aunque lo intentó, no logró sacarse la idea de la boda de alguien. Ya cerca de su casa en su ciudad, había un aroma flotando en el ambiente y como es destino llegó tan pronto un correo llegó a su celular.

"¿Dónde estás Rin?"

Ella estaba ausente, ella no fue a recogerla. Como había deseado que fuera la primera que la recibiera, pero Rin no estaba por ahí.

Se desvía un tanto de su camino, hacia bajo los árboles que distingue una alfombra de pétalos, ella los observa moverse con el viento y mientras trata de alcanzarlos, estos simplemente vuelan lejos. Levanta su mano y mira en ella como cae desde lo alto una pequeña lágrima, mientras oye el caminar de una dama que bella pasa junta sin dejar apreciarla.

"¿Rin?"

La reconoce, grita su nombre pero ella no voltea a mirarle, trata de alcanzarla pero se detiene. Allí frente a ella, Yagami la observa detenerse y presume su vestido blanco que el viento suave lo mece. Entre sus manos un ramo de rosas cuyo aroma la envuelve, mientras a su lado un caballero le brinda su brazo y Rin lo toma sin dudarlo.

"llegas tarde Yagami-kun" Hazuki hace su presencia, pero no cree que la rubia le esté prestando atención "llegas cinco años tarde"

Continuara...

Lo Que No Se Puede EvitarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora