El tic tac del reloj solo significaba la soledad que le acompaña, soledad que se hace mas intensa a altas horas de la noche.
Rin no soportaría por mucho esa soledad; pareciera que se la come y las memorias no le ayudan a calmar su ansiedad.
“Kō -chan” susurra
Aquella rubia que despierta en su alma el deseo de una enamorada, aquella alegre e ingenua que le ha abandonado… pero no… no la puede culpar por sus lagrimas. Ella buscaba algo que simplemente no existía, creyendo que algún día alcanzaría sus sentimientos a su enamorada y compañera de trabajo.
“te necesito”
Sonaba otra vez el rugido del reloj, el silencio otra vez gobernó. Sus ojos enrojecidos miraron sin emoción el movimiento de las agujas, de golpe en golpe como los pedazos que caen en su mente de los recuerdos fracturándose.
“…”
¿Que había hecho mal?, se preguntaba una y otra vez. Creyó que con el tiempo esa rubia se daría cuenta de sus sentimientos y bastaba soñar con un beso… suspiro… todo es tan distante ahora.
El teléfono suena y le advierte que con un movimiento feroz se pone en pie. Camina triste hasta estar cerca y toma el aparato pero lo avienta con fuerza estrellándolo contra la pared. No necesita su consuelo, no necesita su alegría... su amor ya ha muerto.
“no necesito que me llames” dijo derramando lagrimas, lagrimas por ella “necesito que estés conmigo”
Ella cae sobre sus piernas cansada y un tanto ebria, mirando su entorno solo botellas de licor vacías que ruedan por donde sea. La chica gime de dolor y ahoga su llanto que él acabaría con su sufrimiento.
“¿por qué?”
Mirando hacia la nada, Rin jamás imaginó que su día acabaría así. Recordar solo le quedaba, aquel momento el cual su alma fue destrozada.
…
La mañana de ese mismo día, unas cuantas horas atrás, como siempre su rutina se ejecutaba. Levantarse, desayunar, para el trabajo siempre preparada. Pero faltaba aun algo, ella sabia que era y como siempre estaba emocionada.
El timbre del teléfono suena, ella no se pregunta quien pues puntual como siempre Kō le hace una llamada. Algo culpable debido a la zona horaria la rubia tendría que estar despierta un poco tarde.
“Kō-chan” dice contestándole a su amada, como siempre agradecida de que la rubia la mantenga presente, pues bien sabe que hora son las que Yagami tiene en ese lado de Europa
“buenos días Rin” se oye una vocecita bastante exaltada “¿Cómo estas?”
“bien” dice y se recarga en la pared, mordiéndose los labios deseando a la rubia que imagina en su cabeza
Pero qué sucede, un momento de silencio protagonizado por Yagami siembra las malas sensaciones en la chica que espera su voz, esa voz que la enamora y pone a suspirar su corazón.
“este… Rin…” Yagami hace una pausa, como si saludarla no fuera el principal motivo de su llamada, y el motivo real es algo delicado que duda en salir “recuerdas aquella vez… que me dijiste…”
“Kō-chan…” su mano tiembla, presiente lo peor
“jeje lo siento es que esto es difícil para mi” trata de disculparse pero su tono es descubierto incluso por el teléfono
“¿difícil? ¿tiene que ver con el trabajo?” Rin pregunta, como únicas opciones de las cuales puede adivinar en ese instante
“bueno no…” ella dudaba, Rin lo notaba, la conocía demasiado bien para saberlo “recuerdas lo que me dijiste cuando terminamos el juego FS3…”
Habían sido muchas cosas, muchos sentimientos compartidos y situaciones de alegría antes de la triste decisión de Yagami. Mas así era imposible recordar exactamente cualquier conversación que mantuvieron durante ese periodo “no se…”
“querías… ser la primera en saberlo cuando yo… yo…” sus memorias trabajaron rápidamente, y en efecto Rin se detuvo en un recuerdo en particular “…me fuera a casar…”
Quedó impactada y el recuerdo de ese día llegó tan claro como el agua “¡Kō-chan… si alguna vez quieres casarte con alguien, se honesta conmigo! ¡sé que es algo que no se puede evitar después de todo!”
Todo pareció detenerse en ese instante, ella ya no escuchó nada mas. Culpa tal vez en su necesidad, parecía lejano aun los gritos de Yagami que le llamaba a través del teléfono. Mas aunque hubiera deseado despertar de esa pesadilla, nada sucedía… ella murió con esa llamada.
Kou Yagami se iba a casarAhora ahí en el suelo yace Rin Toyama.
¿Cuántas horas han pasado? ¿Cuántas lágrimas ha derramado?Era difícil saber el tiempo exacto que ha trascurrido desde ese instante en el cual su amor murió, producto de tal noticia… maravillosa para muchos… horrible para ella.
Pero que hacía, ella misma fue la causante de su dolor, ella fue la que lo provocó. Tal vez… pensaba… tal vez sea mejor de esa manera… dos mujeres no pueden jurarse amor.
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Lo Que No Se Puede Evitar
FanficUn pequeño cuento de mi pareja favorita de todo el universo NewGame! Kou xRin