"Tal vez la vida no es para todos"

Inicio de clases

Hoy es un nuevo año escolar, estudio eco turismo, Sara estudia Pedagogía y Adam estudia Derecho, es por eso que no estamos juntos en clases, solo en receso  nos juntamos.

Quisiera decir que me emociona lo que hago, y que pienso en un futuro feliz, pero no es así, no se que quiero para mi, no logro verme en un futuro, no se si logre sobrevivir así, todo lo que hago es porque se supone que hacen todos, todos planean su futuro con estudiar y tener una familia, yo se que no tengo nada en común con toda la demás gente, pero yo no tengo un plan de vida, yo definitivamente estoy muerta en vida.

Es curioso como cada quien tiene distintos problemas, y distintas maneras de sobrellevarlos, muchos se sienten morir por el hecho de que no tienen algo material, otros se sienten los más fuertes por superar una relación amorosa sin ser llevados al borde del suicidio. Cuando hay más gente que no por no poder ver, caminar o escuchar, sienten que el mundo se les viene encima, puede que al principio si, pero saben salir adelante.

Yo soy una más de las que a lo mejor sus problemas no son nada comparados a los demás, sin embargo siente que ya no puede continuar y además no tiene por quien continuar.

A pesar de todos mis problemas, soy una alumna con calificaciones buenas, muchas personas alaban mi inteligencia, pero no es algo que me haga sentir mejor. 
En esta ocasión no siento las mismas ganas de seguir, siento más cansancio de lo habitual, mis ganas de trabajar son pocas, mi humor esta de los mil demonios, y si por mi fuera me la pasaría encerrada en mi cuarto todo el día.

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Me siento en el último pupitre de la primera fila, es algo escondido pero no te distraes de la clase.

Siempre me he sentado en las últimas filas, no me gusta llamar la atención, no me gusta que se metan en mi vida, si me pasa algo o no me pasa no es algo que les debe importar.

Ya empieza la primer clase y a mitad de esta llega una chica, muy creída a simple vista, luego de un regaño por parte del maestro, le indica que se siente a mi lado.

¡Maldición!

Luego de sentarse a mi lado, me observa con una sonrisa, que me molesta.

— Hola, me llamo Beatriz pero odio que me llamen a si, por eso dime Bea, tu y yo seremos amigas— Me miro con una sonrisa 

— No me interesa tener amigas— Ella sonrió más, y yo trate de ignorarla poniendo atención a la clase.

Después de dos clases más, nos dieron una hora libre ya que nuestro maestro no vendría. Todos aprovecharon para salir, ya después seguía receso, pero yo me quede en el aula, ha y por su puesto Bea también.

— Bueno nueva amiga, háblame de ti, empecemos por tu nombre— Se giro para quedar frente a mi, y me sonrió.

¿Acaso no entendía que no me interesaba su amistad?

No le conteste y opte por ignorarla, pero eso a ella no le basto, empezó a picarme el brazo con su dedo.

— ¿No te cansas de hacer eso?— Espeté molesta. y ella solo rió