11.-Acompañante fiel

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Al despertar a la mañana siguiente me dirigí a desayunar. Allí me encontré con Lena, la cual empezó a hacerme preguntas

-¿Cómo estas Zac? -dijo mientras desayunaba
-Para que mentirte, destrozado -dije claramente con tono decaído
-Normal, el amor es así -dijo mientras me sentaba en la mesa -Necesitas tiempo para pensar a solas ¡Vé a pensar en la reserva! Naturaleza y tranquilidad -dijo mientras se levantaba de la mesa

En ese momento Lonney apareció en la cocina para desayunar

-Buenos días chicos -dijo con tono animado
-Buenas... -dije mientras me levantaba rápidamente para salir de allí

Me dirigí a mi habitación para preparar las cosas.
Al terminar de coger algunas cosas me dirigí hacia la reserva. Por el camino ví a lo lejos, en la cocina, a JD hablando con Lonney, pero los ignoré y me dirigí a la puerta de la reserva.

-Mucha suerte Zac -dijo Afrodita sorprendiéndome
-¿Cómo lo sabias? -dije extrañado
-Lena hace lo mismo cuando le pasa -dijo la diosa
-Ya veremos si funciona -dije indeciso
-Por intentarlo no pierdes nada -dijo Afrodita dándome un empujón para entrar -Tienes todo mi apoyo Zac, que no se te olvide

Al entrar a la reserva, la puerta se cerró mágicamente, mientras que delante de mí apareció una nota:
"La puerta se abrirá en tres horas, siento que sea así pero hay averías con ella. Firmado Rex"

-Maldita maquina -dije mientras destruía la nota de una descarga -¿Ahora que hago aquí? -dije mientras se me venían las palabras de Lena a la cabeza:
"Necesitas tiempo para pensar a solas"

Al comenzar mi viaje por ese mundo de paz y tranquilidad ví todo tipo de criaturas, tanto mitológicas, como reales, conviviendo en paz y armonía

-!psss! -escuché mientras caminaba
-¿Quién anda ahí? -dije bruscamente
-Si así tratas a todo el que se te acerca tienes que estar muy solo -dijo lo que parecía ser ¿Un unicornio parlante?
-Espera ¿Acabas de hablar? -dije asustado
-Tanto te sorprende siendo el hijo de Zeus y de Gondul? -dijo el unicornio
-¿Y tu nombre es? -dije todavía impactado
-Siento mis modales alteza, soy Urbos, el protector de la reserva de Afrodita y encargado de ser tu consejero mas cercano
-¿Consejero? -dije extrañado por sus palabras
-Todo gran Rey tiene su consejero ¿no? -dijo Urbos mientras comenzaba a andar
-¡Esperame! -dije mientras le alcanzaba -¿Quién te ha mandado esa misión?
-Mi creador -dijo con tono de alivio -Zeus
-¿Mi padre te creó? -dije atónito
-Si querido dios -dijo mientras caminábamos al lado de un lago con diversas criaturas - Me creó desde la mas pura de las llamas que brotaban por la llamada "Llama del olimpo"
-¿Entonces tu misión es aconsejarme en mi mandato como rey de los dioses? -dije mientras Urbos me mostraba el camino a lo que parecía ser un templo en lo alto de una montaña
-Así es, según tu padre yo soy la criatura mas sabia que ha creado -dijo orgulloso
-¿Y te ha creado para mi? -dije sorprendido
-Se podría decir que si -dijo el corcel
-¿Y a donde vamos? -dije extrañado por el camino que llevábamos
-¿No has venido a pensar en soledad?- dijo sorprendiéndome
-¿Cómo lo sabes? -dije mientras me sonrojaba
-¿Tengo que repetir que soy la criatura mas sabia que ha creado tu padre? -dijo mientras las puertas del templo se abrían
-Se ve que secretos no puedo tener -dije con tono decaído
-Estamos conectados por un vínculo muy fuerte querido dios, tenía esa intuición sobre lo que te sucedía -dijo Urbos mientras permanecía en la puerta observándome dar vueltas por el templo admirando las pinturas y las estatuas de ese lugar -¿Te gusta?
-Bastante la verdad -dije mientras me volvía a dirigir a Urbos
-Este sitio esta hecho para tu meditación -dijo mientras me guiñaba un ojo -Si me necesitas solo piensa en mí, llegaré antes de que lo hagas -dijo Urbos antes de volver a un bosque que había cerca de allí

En ese momento las puertas del templo empezaron a cerrarse mágicamente.

-¿Qué hago ahora? -pensé en voz alta

Pasaron las horas y seguía allí sin saber que hacer con todo lo que había pasado con JD. En ese momento un temblor hizo retumbar todo el templo y salí de inmediato para ver que pasaba. Al salir pude ver un dragón, negro y feroz , enloquecer y destruyéndolo todo a su paso

-¡Zac! -dijo Urbos a lo lejos cabalgando hacia mí
-¿Qué pasa Urbos? -dije preocupado mientras el corcel me montaba encima suyo
-Esa criatura no es de este sitio -dijo mientras galopaba para ponernos a salvo

En ese momento el dragón nos interrumpió el camino aterrizando delante de nosotros

-¡Cuidado! -dijo Urbos antes de impulsarme de su lomo para que esquivase el ataque del dragón
-¡Urbos! -dije mientras mis lágrimas brotaban al ver al dragón golpearle
-No te preocupes por mi querido dios, ponte a salvo -dijo como ultimo aliento
-¡Urbos! -grité

En ese momento toda la ira de mi cuerpo salió, dejando ver mi forma de dios
Al ver eso, el dragón me atacó repetida e inútilmente ya que esquivé todo ataque que me lanzaba. De un golpe fulminé a la criatura sin ningún problema.
Al girar la vista, ví a Urbos inconsciente en el suelo

-¡Porfavor quédate conmigo! -dije abrazándolo con mis alas

Con mis poderes curativos pude curar a Urbos.

-¡Urbos! -dije mientras mis lágrimas caían sin cesar de felicidad
-¿Qué ha pasado aquí? ¿Y el dragón? -dijo desorientado
-No vuelvas a hacerme esto por favor- dije dándole un abrazo
-Hijo mio -dijo una voz muy familiar que parecía venir de alguna parte cercana
-¿Quien anda ahí? -dije con tono amenazante
-Soy yo, hijo mio -dijo Zeus apareciendo de la nada
-¿Qué haces aquí creador? -dijo Urbos desconcertado -¿He hecho mal mi trabajo?
-Urbos, hijo mio, estoy orgulloso de tí- dijo Zeus acariciando el lomo de Urbos
-¿A que has venido padre? -dije con tono serio
-He visto que habéis tenido problemas con mi sorpresa -dijo sorprendiéndome
-¿Has sido tu el que ha entrado aquí al dragón? -dije extrañado
-No ha sido con mala intención , pensaba que se comportaría igual que los demás -dijo el dios extrañado
-¿Has visto todo el destrozo que ha hecho tu "sorpresa"? -dije cabreado
-Si es por eso por lo que estas cabreado, tiene fácil solución -dijo mientras chasqueaba los dedos

En ese momento todo volvió a ser como antes de que apareciese el dragón

-Y casi matas a Urbos -dije mientras se me escapaba una lágrima por recordar la situación
-Al contrario hijo mio, he conseguido quitar la maldición de mi hijo -dijo limpiando mis lágrimas
-¿Maldición? -dije sorprendido
-Al crear a Urbos quise hacerlo la criatura mas sabia del mundo, entonces, por mero ataque de celos, mi esposa Hera, hizo que estuviese encerrado en esa forma de unicornio hasta que sintiese algo tan fuerte por alguien que diese su vida por esa persona -explicó Zeus sorprendiendo a Urbos
-¿Entonces esta no es mi verdadera forma? -dijo el unicornio estrañado
-No hijo mio, permite que te muestre tu verdadera forma hijo mío -dijo Zeus mientras acariciaba a Urbos

En ese momento el Urbos que había conocido desapareció y en su lugar un chico rubio con ojos azules apareció.

-¿Este soy yo? -dijo Urbos mirándose de arriba a abajo
-Si, hijo mio -dijo Zeus mientras Urbos le daba un abrazo -A partir de ahora no te separarás de Zac en ningún momento
-¿Pero que pasara con la reserva al no estar yo para protegerla? -dijo Urbos preocupado
-No te preocupes hijo mio, yo me encargaré de su protección y mantenimiento -dijo el dios tranquilizando a Urbos -Desde ahora te nombro dios de la vida y la muerte- dijo Zeus mientras una marca aparecía en el mismo sitio que la mía

En esta se podía ver una calavera con una corona de espinas en la cabeza y una planta de fondo

-Ese es tu destino, igual que el de Zac es reinar sobre todos los dioses -dijo mientras desaparecía en una niebla densa

En frente de nosotros apareció la puerta de salida de la reserva

-¿Listo para tenerme encima de ti todo el rato? -dijo Urbos mientras me cogía de la mano
-Encantado -dije guiñándole un ojo

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