16:45p.m
Hoy es el gran día, noche buena.
Según lo que mis padres tienen planeado hemos quedado con los Warringthon a las 20:00 a.m en el restaurante del hotel para cenar antes de recibir el año nuevo.Mi madre me había obligado a alquilar un esmoquin antes de irnos a Filipinas para este "gran" día, no me gustan los trajes ni la ropa elegante (casi siempre llevo sudadera y vaqueros), pero he de admitir que para ser un traje de "niño pijo" es bastante sencillo, cosa que me alivia ya que no será un problema más esta noche.
2:10a.m
Respecto a la cena, ha estado bastante bien: prácticamente los únicos que hablaban eran los señores Warringthon y mis padres mientras que Edilson y yo comíamos en silencio.
Una hora y poco después terminé y salí inmediatamente al balcón para que me diera el aire y que mis vías respiratorias se dieran un descanso y pudieran respirar algo más que el olor a perfume barato de la señora mayor de la mesa de al lado.
Antes de que dieran las doce una mano se apoyó en mi hombro para que me girase, era Edilson, sostenía una pequeña caja roja con un lazo dorado a su alrededor y una nota en la que ponía "Para Hugo, un pequeño adelanto de Papá Noel".
Sin que yo le pudiera preguntar por que me lo daba me la tendió e insistió para que la abriera, y así hice: deshice el lazo dorado y abrí la tapa roja. No me pude creer lo que había dentro... ni siquiera todavía puedo creérmelo: era la foto de mi graduación en primaria, la foto en la que estaba con mis mejores amigos, la foto del día más feliz de mi vida... la foto que creí haber perdido y la que nunca volvería a ver.Estaba realmente confuso y agradecido en ese momento.
Edilson me dijo que al ver lo triste que estaba y lo importante que era para mi, al día siguiente volvió a la playa y estuvo toda la tarde buscando mi móvil, pero solo encontró la funda con la foto tirada en la arena unos metros más allá de donde habíamos estado el día anterior.Estaba tan feliz y agradecido que por un segundo sentí el impulso de querer abrazarle. Pero luego recordé que ni siquiera había mantenido una conversación de más de cinco palabras con él, así que esa idea se esfumó de inmediato.
En su lugar le tendí mi mano para estrecharla con la suya cómo gesto de agradecimiento y para que supiera lo mucho que había significado para mi.Siempre se lo agradeceré.
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El Diario de Hugo
Teen FictionHugo, un chico de 16 años al que sus padres obligan irse de vacaciones con su vecino, Edilson Warringthon. Aunque al principio no le entusiasme la idea, en ese viaje acabará descubriendo algo sobre si mismo que cambiará toda su vida por completo. A...