Ninguna parte

Bienvenidos a ninguna parte

Todo comenzó hace muchos años, más de los que alguna vez podrías llegar a contar. Hubo una gran guerra, una terrible guerra, que movió tierras, abrió mares y hundió montañas. Las constantes batallas destrozaron el paisaje y lo dejo tan árido y seco como el desierto del Sahara; pocas especies sobrevivieron y se refugiaron bajo tierra, así comenzaron los primeros asentamientos humanos subterráneos.

Con forme pasaron los años, los humanos se empezaron a acercar a la superficie. Poco a poco sus poblados fueron ascendiendo hasta que los primeros rayos de luz solar se filtraban a través de las grietar del árido suelo. Más nunca se asentaron en la superficie por el calor insoportable que dominaba. Así que decidieron seguir bajo la tierra, donde la piedra regulaba la temperatura, pero a su vez cerca del sol y las estrella que los llenaba de esperanza sobre un futuro mejor.

Así es como se vive en "Ninguna Parte". Una aldea casi como cualquier otra.