Cap 2. Cupido nunca falla

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Tres años después.

-¿Ya puedes dejar de quejarte Agustina? Llevas toda la mañana así- estuvo contándome sobre cómo estaba su nueva serie favorita "Stranger Things", creo que soy la única que no la a visto.

-Es que tú no lo entiendes- se quejo otra vez cruzándose de brazos como una niña caprichosa.

-¿Por que no mejor resolvemos a donde iremos este fin de semana?- le pregunto cambiando el tema. Para que se entienda mejor. Agustina y yo nos aburrimos de lo cotidiano. Así que desde los quince años decidimos que cuando nos reunamos iríamos a diferentes lugares, no se puede repetir más de cuatro veces el mismo lugar, pero siempre llevamos la misma comida.

-¿Qué te parece si vamos a el parque donde están los patinadores y esas cosas?- me pregunta de vuelta.

-Uy si, la vez que fuimos me encanto y se llama SkatePark- pone los ojos en blanco.

-No estamos en gringolandia para hablar en inglés- entramos en la clase y esperaba que iniciara literatura- ¿hoy iras al trabajo de tu mamá?- asiento en silencio. La vez que fui a ayudarla que me quede más tiempo que una semana, unos tres años más o menos. Agustina y yo habíamos decidido estudiar quinto biológico, yo sería veterinaria y ella quería ser médica forense.

La clase comenzó y nos pusieron en equipo para trabajar sobre un texto, me reí por qué estábamos dando romanticismo, y yo pues... soy cupido.

-Léelo tú- le entregue el texto a Agustina y me mira enojada- es que tú forma de leer es muy tierna y graciosa- me pega un empujón.

-No leo gracioso, cállate tarada- se aclaró la garganta y comenzó. Cada tanto se me escapaba una carcajada haciéndola reír a ella también.

En estos tres años, mi vida como cupido había sido genial. Para que la gente no supiera quien era cree un blog, aunque es muy 2009, es una bonita forma de empezar. Al principio no tenía siquiera seguidores, la gente no lo creía hasta que también empecé a dejar notitas en los cuadernos, la primera vez que lo hice me sudaban mucho las manos. Fue con Sofía Gómez, era la chica ideal para Federico Tribunal y viceversa. Yo lo sentía y ya sabía que no era solo un presentimiento. Así que les deje una notita a los dos, comencé a dejarles consejos y si tenían preguntas que me hablaran a mi perfil de cupido. Se pasó el chisme y PUM. Cupido a las órdenes, nació. Empezaron a subir historias con el hashtag #CupidoAlasOrdenes y un montón de cosas más. Amaba este trabajo y no pensé ni un momento en enam..

-¿Escuchaste?- me habló Agustina y la mire desconcentrada.

-Obvio- mentí y se noto por mi tono de voz- pero me encantaría que lo dijeras otra vez.

-sobre el plan de hoy- la mire sin entender y puso los ojos en blanco- pijamada en casa- asentí esta vez si prestándole atención- pero llega temprano.

Al tocar el timbre de la última clase, me despedí de Agustina y me dirigí a mi casa. Apenas termine de arreglar mi cuarto y almorzar me cambie a lo más fachosa posible seguro me tocaría limpiar o bañar a los perros. Me puse los auriculares y deje que la música acortara mi camino. No tarde menos de veinte minutos en llegar.

-¡Hola Bianca!- salude a la mujer que vive al lado de la veterinaria. Siempre está afuera, tejiendo o haciendo algo.

-¡Hola Ve!- es a la única que la dejo llamarme así. Prefiero Vii aunque suene medio gringo pero me gusta. Entre y vi a mamá revisando papeles.

-¿Que tal querida creadora mía?- salude y me mira de reojo.

-¿Que te he dicho sobre qué me llames así?- me pregunta aún media distraída.

¿Yo? ¡¿Cupido?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora