Cap. 4 Niños y Malos reencuentros

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3:30 A.M

-Estupido Santiago- insulto Agustina- Siempre nos hace lo mismo.

-Pero si nunca nos trae el, siempre venimos solas-le digo.

-No lo digo por qué ya nos tendríamos que haber ido, si no por qué siempre es un idiota que llega tarde.

Pasaron otros 20 minutos y decidimos tomar un taxi. Ya llegando a casa, Agustina se quedaría conmigo, no la dejaría irse sola nunca.

Abro la puerta sin hacer ruido y subimos las escaleras. Cuando entramos a mi cuarto nos dejamos caer.

-Estoy cansada pero no tengo sueño- dice mientras se pone un pijama al azar que le di.

-significa que es hora de..-

-Es hora de chismear- terminó de decir.

Me puse el pijama y prendí el calienta cama, que hacia frío.

-¿Como se llama el chico con el que estabas?- le pregunte.

-Federico- me responde- ¿Y tú? ¿Te desapareciste con el tal.. como le llamaste? ¿Idiota?- se ríe sola pero es tan contagiosa que me rio yo también.

-Se llama Alexander- me reí- estaban molestando a un chico y fui a defenderlo.

-Ademas de cupido, protectores de los débiles- dice y le pego con la almohada.

-Hubieras hecho lo mismo- le digo y asiente- Sabes muy bien que es pasar por eso- el silencio nos invade y cuando quiero darme cuanto ya estaba babeando.

***
Alce el brazo para apagar la alarma. Y por más que lo tocaba no se apagaba. Pero ahora que estoy pensando la alarma no es tan blanda...

Un momento.

¡¿Blanda?!

Abro los ojos rápidamente y me doy cuenta que le estaba pegando a las nalgas de mi amiga.

-Así Christian, más fuerte- murmuró ella y me tapé la boca ahogando la risa para que no se despertara. <<Eres una pervertida Agustina>>
Tome el celular, apague la alarma y puse la cámara. Le volví a pegar pero esta vez a propósito- Eres un salvaje Christian- dice con el tono de voz o de un energúmeno a las cuatro de la mañana o de una persona borracha la primera vez.

-Agustina- la llame- Agustina- lo hice otra vez, viendo que no tenía respuesta la tire de la cama-¡Agustina!- le grite y se levanto alarmada.

-¡¿Qué?! ¡¿qué pasó?!- me grito preocupada.

-Nada, era para que te levantes- me encojo de hombros y ella me miro enojada- ¿te desperté de un tu sueño? ¿Christian Grey?- en cuestión de segundos ella tenía la cara roja y yo tenía un dolor en la cara causada por un golpe que me dio con la almohada. Me reí a carcajadas y ella se ponía cada vez más roja.

-Ta, cállate- decía mientras se levantaba.

Saque mi pequeña lagrima falsa, y me fui al baño a cambiarme. Cuando volví Agustina ya estaba vestida y estaba acomodando la cama.

-Gracias por hacerla, ¿te acompaño a tu casa?-niega con la cabeza.

-Quede con Federico de salir- Alce la ceja y ella me sonríe.

Después de que se fue Agus, mamá me llamo para que la vaya a la veterinaria, tome una manzana y salí.

Cuando llegue, estaba como siempre viendo papeles que ni siquiera sabía que eran.

-Necesito que te encargues de la veterinaria, van a traer los de la dispensadora la comida, algunos productos y medicamentos, el dinero lo deje en este cajón- señala el escritorio mostrándome el segundo cajón del mismo.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2018 ⏰

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