capitulo 2

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(al girar la esquina, me encontré con un grupo de chicos, no me cuadraba nada, que hacían tan pegados, susurrando, porque tenían a un chico cogido de la camiseta, ¿porque eso? no lo entendía. Al final, me entro el pánico y me escondí detrás de unas cajas viejas y mojadas por la lluvia. Ellos se dieron cuenta y me comenzaron a chillar. Yo me fui corriendo a la fiesta, donde había más gente y así me podía esconder de ellos entre medio de la gente. 

Yo creía que los había perdido, pero eso no era así, me encontraron desprevenida y...

Me metieron en una furgoneta, no pude ver ni la matricula, ni el color, ni nada, porque me habían tapado la cabeza con un saco gris sucio, solo sabia que era muy espaciosa. Al meterme en la furgoneta me dieron un gran golpe en la cabeza con una especie de barra metálica. Al despertar vi que estaba atada de manos y pies en una silla de madera muy vieja y me destaparon la cabeza. Me preguntaron muchas cosas).

-donde vives? (me pregunto un hombre de pecho ancho, que tenia un gran tatuaje en el brazo izquierdo y un pequeño tatuaje en la parte superior del cuello, era un código de barras).

- cuantos años tienes? (me pregunto otro hombre, al cual creía que era el jefe de todos ellos, y así era).

(yo estaba muy confundida, me dolía la cabeza por el gran golpe que me pegaron, me sangraba el labio de abajo y no sabia porque, yo lo único que quería era irme con mi madre, sabia estaría preocupada).

-responde niñata de mierda, queremos saberlo (yo no quería responderle, yo tenia miedo, pero no lloraba, yo quería estar en mi pueblo, con mi familia, con mi madre).

(después de que yo no les respondiera, me volvieron a tapar la cabeza con esa bolsa maloliente, note como un hombre me cojia y me llevaba en su hombro como un saco de patatas, al final me tiro al suelo, o a la furgoneta esa donde me llevaron la primera vez. yo, tan tontamente, pensé que por no responderles me iban a llevar de vuelta a esa esquina.

al llegar al destino, me sacaron de la furgoneta y me llevaron de nuevo como un saco de patatas, me soltaron y me metieron en una habitación sucia y mal oliente donde habían ratas, casi no podía ni ver porque no tenia ventanas ni una luz, no podía huir. 

al rato, oí como alguien se acercaba a la puerta de metal de donde estaba yo, estaba chillando como loca y dando golpes a la puerta para poder salir, pero eso no me sirvió de nada, era el jefe de ese grupo tan siniestro de la esquina).

-deja de gritar y de darle golpes a mi puerta  niña boba, no te servirá de nada, y ahora, sigueme, te llevare a un sitio mejor. (yo pensé que me llevaría a hablar, yo queria salir, y no se me dava mal convencer a la gente).

-entra aquí y haz lo que te digan tus nuevas compañeras de trabajo, en media hora sales para tu actuación. (yo no se de lo que hablaba, ¿una actuación? ¿para que? ¿porque una actuación?¿ y donde?

Vi que habían mas chicas, otras más mayores que yo, y me comenzaron a dar ropa, era demasiado escotado, demasiado corto, no lo entendía).

-cielo, más te vale ponerte algo de aquí, sino podrías acabar muy mal (me dijo una chica que iba vestida como una prostituta, bueno, en realidad, todas iban vestidas igual. pero yo no quería estar allí, quería irme a mi casa, con mi querida madre).

-mira, ponte esto, te ira bien, y ahora déjame maquillarte, vas a estar hermosa. (yo no quería ponerme eso, no quería ni maquillarme y como no, me negué).

-corre a ponértelo, sino, podrías acabar muerta, y tu no quieres eso, verdad cielo? (yo no quería hacer nada, yo quería hablar con mi madre, pero me habían quitado todo lo que llevaba, el reloj y el móvil).

(al acabar de vestirme, una de ellas me maquillo, me dijo que me vería hermosa, pero eso no es así, yo me veía horrenda, yo no quería acabar así, yo ya tenia mi futuro planeado, yo me sacaría mi carrera, me casaría con un apuesto hombre, tendría mis dos maravillosos hijos y el trabajo de mis sueños, pero no todo acaba de esa manera, ¿no? nunca nada acaba como uno quiere si no lucha, ¿verdad?

Al rato, entro un señor, era el jefe de ese centro, a mi, personalmente, me daba un poco de miedo, tenia cara de todo menos de querer jugar a las muñecas, yo creo que si llega a jugar a las muñecas, se las comería o algo así).

-tu, niña nueva, te toca salir, mas te vale hacerlo bien o te puedes ir preparando para desaparecer del mundo. (yo le cojí miedo, pero hice lo que me pedía. Me subí a ese escenario, tenia una barra de hierro en el centro, vertical, como en todo sitio para hacer un breve baile. Yo no sabia lo que iba a pasar en ese momento, pero comencé a desnudarme lentamente, me fui quitando prenda por prenda. Cojí mi camiseta y me la fui quitando lentamente al ritmo de la música ortera de ese prostíbulo, después mi sujetador, y se lo tire a un camionero sudoroso de la primera fila, luego me quite el pantaloncito que llevaba puesto y lo tire al suelo, al final me quede con un tanga de color rojo pasión, me sentía muy mal, estaba avergonzada de lo que estaba haciendo en ese momento, yo no queria acabar de ese modo. Todos me estaban mirando, me sentía muy insegura encima de ese escenario viejo y mugriento pero tenia que hacerlo para volver con mi madre y antes de quitárme lo unico que me faltava encima, me fije en un hombre de allí que saliera ya del escenario, pero antes de salir, me dieron propina, mejor dicho, me la tiraron, yo me alivie mucho, no quería estar desnuda delante de todos esos hombres babosos. No digo que todos lo sean, pero los que estaban allí, te aseguro que lo eran).

-lo has echo muy bien, pero tienes que estar mas segura de lo que estas haciendo, es un baile, no te van a tocar, pero te han dado mucha propina, y eso es lo que a mi me interesa. (en ese momento me dieron ganas de pegarle un bofetón, pero no podía hacerlo, sabia que si lo hacia, me iba a pagar un tiro o algo por el estilo, lo único en lo que pensaba era en mi madre, lo preocupada que podría estar en ese momento. 

Al rato, volvió a entrar en la habitación donde estábamos nosotras y me dijo que alguien quería jugar conmigo por dos horas, y que había pagado mucho dinero por mi. Yo no estaba lista para prostituirme de aquella manera, no quería que un camionero feo y baboso fuera mi primera vez. 

Al entrar a la habitación, yo quería huir, pero no podía, no habían ni ventanas, ni rendijas, ni nada para poder huir de allí, así que cojí un jarrón de encima de una mesita y me escondí detrás de la puerta. 

Al entrar ese hombre, definitivamente era un hombre feo, calvo y gordo, no quería hacerlo con ese tipo, ni con nadie de ese sitio, quería que mi primera vez fuese especial, pero no tanto. Me daba lo mismo lo que hubiera pagara por mi, así que le tire el jarrón y comenzase a huir.

Pero al final del pasillo no sabes lo que había).

Fiesta, secuestro y romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora