Reencarnando En Una Demonio [Pausada]

Capítulo 2: Un nuevo comienzo de ser feliz

Por alguna extraña razón, me sentí vivo. Es raro, pues estoy seguro de haber muerto...Pero la razón por la que estoy hablando es más que suficiente.

Por alguna razón tenía mis ojos cerrados al igual que tenía algo cubriendo mi cara. Mi cuerpo lo sentí pequeño. Intente moverme pero mi cuerpo lo sentía pesado, demasiado diría yo. Solo podía mover mis brazos y piernas. Intentaba pararme pero como dije era imposible.

Ahora estaba desesperado, pues no puedo mover mi cuerpo, no puedo abrir mis ojos más que tengo algo cubriendo mi cara. Todas estas ideas me dan a una conclusión, me han secuestrado. Eso quiere decir por que aún no he muerto. Pero inmediatamente me dieron ganas de llorar, pues estar secuestrado no es una idea para nada agradable

Pero automáticamente mi cuerpo lloro, lo cual me quedé extraño. Lloré sin voluntad y eso podría ser alarmante. Pero me sorprendí aún más cuando mi llanto se oía tan infantil. Tenía mis preguntas por que lloraba así pero unos pasos rápidos se escucharon acercarse a mi y yo me asusté de haber alarmado a mis secuestradores.

Siento como quitan lo que cubría mi rostro, lo cual quise abrir los ojos para ver pero mi llanto no me lo permitía. Inmediatamente sentí como cargaban mi cuerpo lo cual me estremeció sobre todo al sentir que esas manos, tenía el tamaño de un gigante, cubría todo mi cuerpo

XXX: £€£¥% €#$...

¿Qué? ¿Qué acaba de decir?, ¿Estará hablando en otro idioma?. No, no lo creo, jamás he escuchado un idioma así, pero...¿Qué idioma es ese?

Mi llanto se detuvo cuando ella habló, pues aunque desconozca el idioma del que hablan, su tono de voz es de una mujer. Mis ojos empiezan abrirse poco a poco y con toda la intriga que sentía de ver que era lo que sucedía decidí hacerlo

Pero al abrir los ojos me quedé perplejo al ver lo que tenía enfrente. Tenía dos gigantes enfrente mío y una mujer me estaba cargaba. Se que debería estar asustado pero por alguna razón no lo estoy.

Al verlos sólo puedo pensar que ellos eran extrañamente atractivo, pues jamás había visto una belleza así

Él señor que estaba alado de la mujer, era guapo por así decirlo. Su rostro era atractivo, sus ojos eran de color amarillo, tenía un cabello largo y de color blanco, su vestimenta era algo lindo pero rara. Por lo que pude ver era como alguien de suma importancia pero en el siglo X, pues que hoy en la actualidad, alguien llevará eso puesto sería alguien extraño.

La mujer cuando la vi era realmente hermosa, tenia un rostro Angelical. Sus ojos eran de un color carmesí, su cabello lo tenía atado con una dona roja y su cabello era de color blanco al igual del señor. Tenía un vestido realmente bonito, al igual que el señor era una vestimenta muy medieval.

Ambos eran hermosos, ademas la mujer se veía de 25 años y el señor de 30. Lo más llamativo de ellos eran sus ojos y su cabello, pues pensé que eran lentes de contacto pero parecían reales, al igual que su cabello que creía que eran sólo tintes.

Una lágrima cayó en mi rostro, el señor y la mujer estaban llorando. No me había percatado de que estaban llorando, pues de tanto analizarlos se me olvidó la situación en la que estaba. Pero, ¿Por qué estaban llorando?. Trate de hablar para entender la situacion pero lo que salió de mi boca me dejo aun más sorprendido

- Eje, je, je-

Una risa de bebé salió de mi boca y ambos gigantes se quedaron sorprendido, parecía que habían visto algo, algo que nunca hayan visto, se miraron ambos para después sonreirme

La mujer me bajo de sus brazos dejándome en una cuna de madera y ambos me miraron sonrientes para despues irse. Mire como ellos salían del cuarto de donde me encontraba. Estaba confundido, ¿Qué no debería estar muerto?, ¿Por qué estoy con los gigantes?, ¿Por que mi cuerpo no se puede mover?. Al pensar en mi cuerpo, trate de mirar la herida que tenía de aquel disparo pero como dije: no puedo moverme