Reencarnando En Una Demonio [Pausada]

Capítulo 10: Madre e Hija

Elaine- Y bien, ¿Qué es lo que tienes que decirme? -aún con mis dudas traté de no sonar tranquila

Ella me vio por unos segundos y después sonrió.

Adina- Hija, tú padre y yo te tenemos una sorpresa -hablo con esa típica sonrisa que se le caracteriza de una madre dulce

Yo por mi parte estaba muy confundida. No sabía cual o que era el hecho de esa gran sorpresa. El misterio me invadía

Elaine- y...¿De qué se trata? -Pregunté buscando respuesta

Adina- Eso lo hablaremos en cuando este tú padre. Por lo mientras, necesito hallar un buen vestido para ti, cariño

Elaine- ¿Qué...?, ¡No!, Espera, habla sobre lo que...-Dije pero enseguida fui interrumpida

Adina- No, cariño. Esto no es algo que yo deba decirte por mi misma. Lo mejor es que te lo digamos tú padre y yo -Interrumpió

Elaine- ¿Qué tan importante es para que no puedas decírmelo tú? -Dije frunciendo el ceño

Ella me miro por unos segundo, para después con su mano, deslizarla y sobar mi mejilla cariñosamente

Adina- Muy importante, amor. Lo único que podría decirte es que esto influye en tu futuro

Dicho eso no dije más, no pregunté ni hablé, lo que dio mi mamá me dejó totalmente pensativa toda el día. Influye en mi futuro. Agh, ¿Qué significa?

Así transcurrió el día, de donde se debió ver lo preparativos para la gran fiesta de la princesa Elaine. Mayordomos Ayudando a las sirvientas, Jardineras decorando el inmenso jardín, Cocineros haciendo la mejor comida de Reyes para el gran festín de la fiesta.

Así, la reina y la princesa caminaban por el largo pasillo de Castillo, saludando amablemente a las sirvientas y mayordomos que pasaban por ahí, haciendo ellos una reverencia de respeto

Elaine- Madre, ¿Cuándo me dirás eso que intriga tanto?

Adina- Elaine, ya te he dicho. Cuando este tú padre

Suspire rendida ante las súplicas que había hacia mi mamá de contarme esa "Sorpresa"

Al final, llegamos a una pequeña habitación en donde se encontraban las costurera personales del Castillo. Sí, así es, el Castillo tenía todo lo que una pequeña ciudad podría tener. Y todo esto por un padre sobreprotector

Chica Costurera- Buenas noches su Alteza, Buenas noches princesa -Hablo la chica costurera haciendo una reverencia. Al igual que las demás Costureras

Adina- Buenos días, y por favor chicas, sólo díganme Adina. Decirme su Alteza me hace sentir vieja

Las Costureras soltaron una leve risa. Mire sería a mi mamá. ¿En serio una reina actúa así?. Bueno, Tan sólo recordar a papá se me pasa

Elaine- Buenos días, chicas. -Yo pase haciendo un saludo con la mano y ellas hicieron una reverencia

Adina- Bien, Ya que estamos aquí. Chicas, quiero que hagan él mejor vestido para mi hija

Ellas empezaron acercarse a mi, observando cada parte de mi cuerpo analizando con detenimiento y seriedad. Tanto que me hacía incomodar demasiado sus miradas en mí. Al final ellas asintieron viéndose unas a las otras.

Mientra que yo las miraba confundida

Chica Costurera- Su Majestad -dijo la costurera, pero mamá le dedico una mirada asesina, poniendo nerviosa a la joven costurera. Pobre- Di-Digo, Adina. Sabemos las medidas exactas de la princesa, pero...