Ha pasado una semana desde que me fui de casa de mis padres, no fui a casa de mi hermano cómo lo dije, conseguí un apartamento donde puedo vivir muy cómoda, claro es un poco lujoso pero vale la pena.
Hoy me dirigo al trabajo, tengo cita con la pequeña Romina, así que quiero llegar puntual. Llegó 5 minutos antes de la entrada normal. Me preparo para resivir a mi primer paciente.
Tocan la puerta, observó mi reloj y marca las 2:00 pm, así que seguramente es Romina y su mamá.
-Adelante- dijo sin mirar la puerta, escucho que se abre y entran. Me levanto para saludar.
- Buenas tardes Señora Gallardo- dijo sin levantar aún la vista de mis archivos.
- Lamento decepcionarla- dice una voz masculina que ya había escuchado antes... Samuel Gallardo. - Mi madre tuvo un contratiempo así que vine yo- me dice con una sonrisa arrogante.
- Ok, perfecto- le dije sin dirigirle la mirada, se que había dicho que era amable con mis pacientes pero con el no puedo.- Romi, cuantame ¿Cómo has estado?- le pregunté a la pequeña.
- Bien, ya no me ha sucedido, solo que mamá quiere asegurarse de que todo está bien.- me dijo.
Comencé a hacerle un chequeo general, y encontré todo en orden.
- Romi me alegro decirte que todo está bien, todo en orden preciosa- ahora me dirigí a su hermano. - Romina se encuentra bien, todo está en orden con ella- le dije de la manera más cortante que podía - Pueden irse, y nos vemos luego Romi- me agache para quedar a la altura de Romi y le di un beso en la mejilla y ella me contestó con un abrazo.
- Adiós Doctora Andrea, gracias por todo- Vaya esta niña es más educada que su hermano.
Me doy la vuelta para ir hacia mi silla y me detiene las palabras de Romina.
- Doctora ¿le gustaría ir a comer con nosotros?- Me pregunto la peque, comer con ella no me parecía mala idea, pero soportar al tonto de su hermano no era de mi total agrado. Como había entrado tarde me.tocaba guardia así que comería dentro del hospital.
- Me encantaría contigo y con tu hermano- menti- pero tengo guardia y no puedo salir- Vi un poco de decepción en sus ojos... Por favor no hagas eso que me harás caer y acceder pensé . La Vi tan triste que como siempre termine accediendo- No puedo hoy pero mañana si- le dije y se le dibujo una sonrisa en el rostro.
- Me parece bien- hablo Samuel- le parece que pasemos por usted a las 3:30 pm- me dijo.
- Si está bien a esa hora- le contesté cortante. Y sin más salieron de mi consultorio.
Si mamá y Paula se enteran me odiaran más... Pero vamos solo iré a comer, no haré otra cosa, además lo hago por la niña no por el.Al día siguiente
El dia se me ha ido tan rápido, que cuando observó mi reloj, ya son las 3:00 pm así que me preparo para el compromiso que tengo.
Salgo 5 minutos antes de la hora acordada, y espero afuera.
Veo a Samuel a lejos, pero pronto me percate de que Romina no venía con el.
-Hola Andrea- Dijo en cuanto llegó a donde estaba yo. - ¿Nos vamos?- me ofreció su mano.
- ¿Y Romina?- le pregunté directamente.
- Mmm no pudo asistir- me contestó.
- Entonces no tengo más que hacer aqui- le dije y me di la vuelta para irme, pero me detuvo tomándome del brazo.
- Andrea déjame conocerte por favor- me dijo en un tono tan dulce.
- ¿Porque quiere conocerme?- le dije un poco más amable.
-Me interesas, por favor dame u a oportunidad- Andrea reacciona, su rostro estaba muy cerca del mío, si me movía nuestros labios se rozarian. Y sin más acortó la distancia que nos separaba y me beso...
Esta vez le seguí el beso lo disfrute como nunca antes lo había hecho, pero es que este hombre besa tan bien. Se separa de mi y une nuestras frentes.
- Solo una oportunidad- me dijo mirándome a los ojos- Es lo único que pido.
Me quedé callada, pensé en mamá y en Paula... Pero creo que era momento de dejar atrás el pasado, dejar atrás lo de Arturo, lo de Paula y solo enfocarme en mi, suena egoísta pero tengo que hacerlo.
-Solo una, no más Samuel- le dije mirando sus hermosos ojos.
- Con una me basta preciosa- me dijo y me abrazo.No sé si les ha gustado la historia, por favor comenten, para así saber si seguir o detenerme. 🌻
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Sabia que eras tu...
SonstigesEl día que descubrí a mi prometido y a mi mejor amiga en la cama deje de creer en el amor y en la amistad... Me volví una mujer fría que no creía en nada ni en nadie... Hasta el día que ese hombre apareció... Samuel Gallardo.