#Las caderas de Victor

201 28 7
                                    

       

Observar su ceño fruncido era algo que casi nunca pasaba, era más extraño que la aparición de cometa Haley, su enojo, su ira, su decepción, su trabajo duro tirado a la basura por un error y no podia culpar a Otabek, sabía perfectamente que el era perfeccionista aun cuando tomaba riesgos con recetas arriesgadas así que no podía ser su error, debia a ver pasado algo mas y debia saberlo.

El paso rapido de Victor era notable entraba en su restaurante, notando que en la entrada decia cerrado, se apresuro a entrar a su cocina el lugar donde sucedia la magia, al entrar pudo ver a Otabek sentado en un silla fumando y sabia que eso solo pasaba cuando estaba completamente preocupado y aun no conocia el origen de su habito pero sabia que era para evitar uno aun peor.

- dime que paso, Otabek? - su mirada fija hacia la mirada del kasajo no lo intimidaba porque la expresión fría y sería de otabek era inalterable

Con un bocado más de cigarro procedió apagar el cigarro en el cenicero

- seguí la receta, supervise cada paso el platillo era perfecto

- que pidió? - El albino pensaba si la receta era perfecta cual era el problema de todo?

- fue la noche donde el menú celebraba la comida japonesa, la llamamos la noche Hokkaido

- te repito que pidió- otabek siempre argumentaba todo pero no está vez, esta vez necesitaba respuestas

- Soba, fideos Soba con camarones empalizados y un té verde

- llama al crítico dile que cocinare para el - debía pedir una segunda opinión

- no creo que acepté - llamar a Michelin directamente era admitir que desafiaban su autoridad

- dile que venga y si no lo satisfago puede quitarme otra estrella - sabía perfectamente que mientras más estrellas justificadas era quitadas el crítico se volvía más importante sin duda el 85% de los críticos les gustaba inflar su ego, y sabía que aceptaría

Otabek en breve silencio acató la orden y fue a llamar al critico, por suerte cada reservación exigía un número de contacto aunque estaba seguro que el nombre era un anónimo digo quien se llamaría Papag Ayo.

Mientras Otabek realizaba la llamada Víctor planeaba recobrar su estrella, era imposible que perdiera una, y si la perdía sería por sus propias manos.

- Acepto, vendrá en dos horas - Sus blanquecinos dientes esbozaron una sonrisa triunfante - entonces preparémonos

Las dos horas pasaron rápidamente, las reservaciones de todos empezaban en 5 horas y el crítico Michelin venia en minutos, nadie estaba en la cocina todos los aprendices excepto Otabek y Víctor tenían órdenes de no acercarse al restaurante hasta dentro de 4 horas. De pronto se oyó el abrir de la puerta, y se veía entrar a un apuesto coreano de baja estatura y expresión gélida

- Es el - otabek murmuró al oído de Víctor discretamente

Con la confirmación de la identidad del misterioso comensal, De inmedianto dedujo quien era, Seung era lo que llamaban un crítico tradicionalista, era difícil tener una buena crítica de el, porque no aceptaba el uso de tecnología en la comida así que los que iban por el rumbo de la cocina molecular definitivamente caería

- vengó por lo prometido Victor Nikiforov
- me conoces? - alzo su ceja en señal de duda, no muchas personas sabían que el era chef más lo conocían como el inversionista del restaurante

- sales en revistas, conoces a la reina no eres un paria Nikiforov

- dudo que lo sea, pero me ofendes en no apreciar la comida del chef después de todo invertí todo aquí - una pista de arrogancia sino mezclada con orgullo

Sin Michelin (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora