Melodías mágicas

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||capítulo editado||

Narra Sirius

Bueno, Evangeline me hizo una broma con sus amigas. Ahora estoy condenado a decir la verdad durante una semana, y de paso me tiñeron el cabello de rojo. A ver, no me queda mal, pero extraño mi pelo normal. Parezco los hermanos de Molly Prewett.

En este instante, mi hermano está saliendo con Evie. Maldito hijo de perra, y esta vez el insulto es cierto.
No, no estoy celoso. Ya les dije que yo sentía algo por Remus. Pero Vee es mi amiga, no quiero que ande con ese feo.
Los estoy viendo caminar por Hogsmeade, Regulus creció, así que puede pasar su brazo por el hombro de Vee.

-Sirius: Aléjate de ella, ahora, no la toques- murmuro mientras los veo caminar, y mi boca y nariz están enterradas en mi bufanda.

-James: Alguien está celoso- me codeó James.

-No estoy celoso. Tú deberías estar celoso de tu Lily flor y su pareja.

-James: ¿QUÉ? ¿Cuál pareja?

-Ese de allá- señalé a la pelirroja y el rubio-. Patterson invitó a salir a Lily para hoy, catorce de febrero. El día que se supone que yo tendría que estar con alguien- alguien muy parecido a Evangeline. Aparté la bufanda para poder respirar mejor, y mi aliento se alzó en el aire.

-Remus: Oye, yo tampoco quiero que mi hermana salga con el idiota de Regulus. Ya lo conocí, tienes razón, es un idiota.

-Sirius: Cálmate, solo yo puedo insultarlo- caminamos hasta la Casa de los Gritos. Para el cumpleaños número quince de Remus, Evangeline había rediseñado una habitación. Literalmente parecía que arrancó una habitación de otra casa y la pegó ahí. Tenía muebles nuevos, calefacción, heladera con comida, botiquines de emergencia. La habitación era para Remus cuando su transformación terminaba, estaba bien cuidado y nadie iría.

-Peter: Yo creo que se ven lindos- se encogió de hombros mientras temblaba del frío.

-James: Seh, yo también. Ustedes son los únicos idiotas que no les gusta. Mejor cásense ustedes.

Remus y yo nos miramos.

Narrador omnisciente.

-Sirius: No me niego a nada.

-Remus: Ya, mejor entremos antes de que nos vean- golpeó a Sirius en la cabeza y caminó adelante de todos. Seis bolas de nieve seguidas lo atacaron por detrás- ¿QUIÉN FUE?

Ninguno habló, hasta que una séptima bola cayó en su cara.

-James: ¡Sirius! ¡Tenías que ser más discreto!- lo retó

-Sirius: Es su culpa, él me golpeó en la cabeza- empezó a correr al ver a Remus-. ¡Recuerda que me amas, John Lennon!

Se pusieron todos a jugar con la nieve, hasta que finalmente se estaban muriendo de frío y se metieron en la habitación con calefacción. Ahí estaban, en medias, mientras James tocaba unas canciones en el piano que habían traído.

-Sirius: ¡Tengo una idea!- gritó acostado en la alfombra peluda-. ¿Y si los separamos?- preguntó con una ceja alzada.

-James: Deja las estupideces. Ellos son felices, no hay razón para separarlos. Es como si alguien te quisiera separar de mi- escribió algo en un cuaderno. Una canción, estaba haciendo una canción.

-Peter: ¿Que escribes?- preguntó curioso.

-James: Intento hacer una canción, un vals. Dumbledore me la pidió, dijo que va a haber un baile de Navidad y quiere un nuevo vals para empezar el baile. Este es el coro, escuchen:

She is a MarauderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora