Capitulo 2

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" Elizabeth:

Siento mucho haberme comportado como un verdadero cretino, tengo mis demonios como cualquier persona pero lamento haberme desahogado en ti, lo último que deseo es discutir contigo y sinceramente no he hecho un buen trabajo con esta meta, siento no serlo ser el mejor anfitrión pero a pesar de todo lo que has pasado y lo duro que he sido contigo, aunque me grites... puedo ver en tus ojos que solo quieres paz.

prometo mejorar con el tiempo y también, a su momento, darte una verdadera explicación a mi comportamiento últimamente

Mis más sinceras disculpas

Kallum"

Sostuve la carta entre mis manos y quité un brazalete que estaba pegado en la parte de abajo de la hoja, no había nada que apoyara mi corazonada pero algo me decía que lo había hecho Kallum. Se me escapó una sonrisa tonta al probarme la prenda, un lindo gesto de paz. Fui hasta mi habitación con la carta en mano y sentándome en el regazo de mi cama la leía y la releía tratando de imaginarme al mismo Kallum diciendo cada una de aquellas palabras. ¡Maldita ironía! Ahora yo me sentía la culpable. Lo había tratado tan mal, creyéndome que el mundo solo gira alrededor mío. Pero en definitiva, dejando el remordimiento a un lado, esta sería una oportunidad para un "borrón y cuenta nueva", un inicio desde cero y resolvería esto en cuanto llegara Kallum.

Me conminé a mi misma a mi habitado esperando al retorno de aquel peculiar anfitrión. Lanzaba miradas a la ventana viendo el paisaje detrás de ella y pensando en un plan de como hacer las paces con Kallum. Estaba oscureciendo y Kallum aun no llegaba, mi mente de repente empezó con las mil y un posibilidades para nada positivas de que porqué aun no llegaba. La angustia era estresante. Decidí salir de la habitación y esperarlo en el comedor. La percepción del tiempo era un lujo que iba menguando con mi desesperación. Cansada de estar sentada, volví al habitación y me encerré allí nuevamente con la esperanza de al menos descansar un poco pero mi mente solo pensaba en Kallum y en donde se podría hallar,

¿seria al igual que yo? Que cuando hay problemas, solo optó por alejarme de ellos...

De pronto, en la batalla entre mis nervios y mi cansancio empezaba a darse a conocer un ganador, los párpados me pesaban más y más. Y he aquí la parte del dia a la cual le guardaba más rencor, la noche. Desde que las pesadillas empezaron a formar parte de la rutina, dormir no estaba en la lista de actividades placenteras.

Caí dormida y de nuevo estaban allí, en mis pesadillas, pero por primera vez desde que llegué, parecía todo esto un poco distinto a lo usual, casi como un sueño... Esta vez solo nos encontrabamos alli Kallum y yo acostados en la playa, Kallum me estaba dedicando una sonriente mientras posaba una de sus manos sobre mi vientre, lo curioso era que yo lo miraba de la misma manera ó quizás... aún más enternecida.

De pronto pude percibir algo en los ojos de Kallum ¿temor?, entonces me di cuenta que su figura estaba desvaneciendo en el aire mientras yo gritaba su nombre pero él parecía no escucharme. Y de momento a otro, estaba allí pero su rostro ya no reflejaba alegría sino enojo y empezamos a tener una discusión sin sentido por la cual él me abandonó nuevamente mientras yo lloraba inconsolable.

Desperté con el corazón que parecía que quería salir de mi pecho, toque mi rostro empapado de lágrimas, estaba llorando. Salí de habitación e inmediatamente trate de buscar la de Kallum, al abrir la puerta vi a mi anfitrión dormido en su cama.

Sin saber bien lo que hacía, fui caminando por la habitación enterrada entre penumbras, me acerqué hacia él tocándole el brazo para que despertara.

-¿Estas despierto? -una voz inocente se escurrió entre mis labios

-¿Ammm?¿Quien anda allí? - elevó un poco la cabeza forzando la vista y frecuentemente estrujandose los ojos.

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