7. La promesa

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Era lunes 18 de Abril, había acabado todas mis tareas de toda la semana para poder hablar con Cesar y pidiendo permiso a mis padres, me dispuse a salir de mi casa para luego correr buscando a María, no puedo decirle sobre lo que me dijo Zero ya que puede que probablemente Cesar lo pueda escuchar y trate de impedirlo todo lo que pueda, haré que Cesar vuelva a ser como en el pasado antes de que se acabe el tiempo, no quiero que Zero y Cesar se peleen, empecé a correr todo lo que pueda por todo Morón pero no sabía en qué dirección vivía María, debería habérselo preguntado ya que tenía la oportunidad, no le pregunte encima que tenía muchas oportunidades para preguntárselo pero ahora cuando me reencuentre con ella se lo preguntare. Pensando en qué lugar podría vivir empezare a buscar por los girasoles, los girasoles era una isla desde mi punto de vista pero era una zona privada así que no podía entrar al lugar y si ahí vivían María y Cesar sería un gran problema para mí.

Después de correr durante minutos llegue donde el puente que dividía todo Morón y los girasoles, entraba en cada tienda de los girasoles mientras decía el nombre de María y Cesar y también preguntaba a la gente pero nadie los conocía, ahí solo habían mercados, pollerías, librerías, etc. Pasaba mucha gente por esa zona pero mayormente la gente entraba por los girasoles, seguía buscando pero al final no encontré a ninguno de los dos me sentía frustrado pero no podía rendirme aún, si no estaba en girasoles seguro estará en Morón. No ganare nada quedándome por aquí, no poder entrar en girasoles será mejor seguir con la búsqueda en Morón y si ellos no viven será mejor esperar a que me encuentren, ¿En dónde estará Zero ahora? Me dispuse a caminar a Morón pero mientras caminaba no paraba de pensar sobre que debía hacer me di unas fuertes palmadas en la cabeza empezaba de poco a poco a tranquilizarme ya que me estoy apresurando, respirando un poco empiezo a tranquilizarme para pensar mejor, camine un rato por Morón hasta encontrarme una gran roca así que me dispuse a sentarme, empezaba a recuperarme ya que estaba cansado por correr y había agotado todas mis energías, encima que tengo pie plano haciendo que sufra los calambres y dolores pero me lo aguanto, siento como el viento me daba una brisa y luego miraba a los pájaros volar en sincronización era muy tranquilo y relajante, nada podría molestarme, no estaban los sonidos como por ejemplo los ladridos de los perros, el ruido de los autos y por último el ruido que provocaba el tren, podría estar relajado hasta que viendo más allá de mi pude ver... me levantaba mirando directamente con mis ojos el sol que se ocultaba pudiendo ver el atardecer... era muy hermoso, creo que nunca he tenido este momento de paz y tranquilidad y sin darme cuenta, estaba soltando algunas lagrimas pero solo lloraba en mi ojo izquierdo mientras mi ojo derecho no soltaba ni una lagrima, creo que es la primera vez que ya no estoy sufriendo, de pronto las palomas en sincronía empezaron a irse donde el sol, tal vez para ver el nuevo día que se avecinaba.

Hare todo lo posible para ayudar a Cesar y hare que María ya no suelte más lágrimas y sea feliz, el viento soplaba más fuerte haciendo que mueva mi cabello, ya dejaba de soltar lágrimas, tranquilamente mire el cielo, podía ver las estrellas y la luna ya estaba apareciendo mientras el sol ya acababa de ocultarse, solo pude sonreír mirando la noche hermosa pero será mejor volver a casa antes que me empiecen a buscar, camine hacia mi casa mientras hablaba yo mismo –Me he pasado, quise resolver el problema rápido, tenía mucho miedo de que Zero y Cesar peleen pero ya lo decidí, prometo salvar a Cesar de su dolor mientras que mi hermano puede nunca había llorado en su vida mientras que yo siempre he llorado, soy todo lo contrario de mi hermano pero... sé que mi hermano y yo no somos tan diferente como aparentamos, puede que nuestras personalidades son diferentes y nuestros modo de ver el mundo también son diferentes pero sé que nuestra hermana nunca se romperá

Ya la luna brillando alrededor de las estrellas me dispuse a caminar hacia mi casa pero esta vez estaba relajado y ya había pensado lo que debía hacer, no es hora llorar, no es hora quejarse y no es hora de quedarse sin hacer nada mientras otros sufren. Zero, Cesar espérenme, no me rendiré y estoy seguro... que les ganare a ambos.

-Hermano.... Que empiece el juego veremos quién gana tu o yo-

El demonio y el humano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora