9. lágrimas de monstruo

14 2 0
                                    

Empecé a abrir poco a poco hasta, tenía un dolor de cabeza y mi vista aún seguía borrosa pero después de unos momentos pude recuperar mi vista perfectamente hasta que me sorprendió lo que vi frente a mis ojos, era mi hermano Zero, estaba cargándome mientras caminaba pero no tenía ninguna alguna en que rumbo íbamos a ir pero sé que esto... me recuerda un día en especial para mí.

-Hace cuatro años-

Estaba jugando Yu gi oh con Zero mientras esperaba que la movilidad viniera a recogerme, estudiaba en el Leonardo da Vinci y lo mejor de todo es que tiene un gran autobús que nos lleva a todos los alumnos a la escuela, me gustaba subir a ese autobús ya que ayudaba a abrir la puerta delantera y la puerta trasera para que los alumnos vayan a su casa y un día me dejaron conducir pero solo durante unos segundos ya que por poco lo choco contra una obra de construcción pero nos salvamos.

Zero me habla de que trataba este juego, le enseñe todo lo que sabía y como se jugaba pero a mi manera, donde invocaba monstruos y quien tenía el ataque más fuerte ganaba aunque había otras cartas que eran con efecto especial y cartas trampas, Zero lo entendió, después de eso empezamos a jugar usando todas las cartas que podíamos, ambos nos divertimos muchísimo hasta que vino el autobús y tuve que despedirme de él.

Fue un día divertido, era muy divertido jugar a las cartas pero cuando volví a mi casa, ese feliz día se volvió en el día que jamás olvidare durante toda mi vida, en ese día he hecho la cosa más horrible que he hecho y desearía no causar esto durante toda mi vida pero solo conseguí mi final triste nada más.

-Al día siguiente-

Había llegado a mi colegio, entre a clase saludando a todos mis amigos, como siempre, hice la misma clase una y otra vez, esta vez era diferente a lo normal, durante toda la clase repose mi cabeza en la mesa mientras me cubría con los brazos para que nadie viera mi rostro, me quede así toda las clase mientras el profesor le daba dulces a mis compañeros cuando respondían bien una pregunta, solo me quede dormido y lo único que soñé solo era oscuridad nada más, todo era negro hasta que sentí que alguien me movía así que me abrí mis ojos y lo primero que encontré era un caramelo que estaba frente a mí mientras que mis compañeros ya no estaban en clase, suponía que era recreo y todos salieron, de pronto Zero me empezó a hablarme –¿Omega te lo vas a comer o tendré que comérmelo? Estas algo triste, dime que te paso- Solo le respondí que nada me pasaba, solo que estaba algo cansado y nada más.

Me dispuse a levantarme para luego caminar para salir del salón, siempre en los recreos había mucha gente así que era perfecto para mezclarme para que nadie me viera, quiero estar solo, no quiero a nadie cerca de mí, no quiero más dolor, mi corazón ya no aguantara.

Estaba mezclándome más cuando de repente me fije que de Zero me empezaba a llamarme mientras me seguía, quiero que me dejen solo, acelere el paso para alejarme pero solo me chocaba con la gente pero no me importaba, solo quería estar solo, no quiero sufrir más o sino me volveré loco. Me aleje más, más y más para no estar con Zero llegue a una zona donde no había ninguna persona a la vista, me adentre más al lugar mientras miraba el suelo eso era lo único que podía hacer, mirar abajo, porque necesita mirar hacia adelante y sonreír a todo el mundo, eso es una tontería, lo único que quiero ahora es... de pronto escuche una voz que me estaba hablando detrás de mí, esa voz era mi hermano hablándome – ¿Omega que te está pasando? Estabas diferente hoy y cuando te pregunte que te pasaba solo me dijiste que estabas bien y luego te fuiste como si nada, estas ocultando algo, dímelo para que te ayude, confía en mi Omega.-

Aun dándole la espalda a Zero moví mi cabeza levemente para ver el cielo azul será mejor que le cuente a mi hermano que es lo que paso, empecé a soltar lágrimas para luego mirar el suelo mientras las lágrimas caían al suelo. –Yo he quitado una vida, una vida inocente que no merecía morir, le rompí las piernas, por mi culpa dejo de caminar y luego lo... ¿porque tuvo que pasar esto? yo no quería que pasara esto. ¿Porque esto me ocurrió a mí? Yo solo quería vivir en paz, siempre ser feliz pero en mi casa o aquí no puedo ser feliz, al final siempre es lo mismo ¿Por qué este mundo es tan cruel? Solo quiero una vida pacifica, todo lo que quiero siempre acaba mal y siempre lo será, solo soy un monstruo a diferencia contigo hermano-

Después de decirlo todo lo que me pasaba empecé a girar poco a poco para verlo pero al verlo en ese mismo instante me da un brazo diciéndome que todo estará bien pero le respondo que no está bien, he quitado una vida, soy un monstruo y siempre lo seré, no hay forma de evitarlo todo lo que quiero se destruye sin compasión.

-Si yo soy tu hermano y tú eres un monstruo ¿Entonces yo soy también un monstruo? Omega sé que no quisiste matarlo, puedes que nadie te perdone por lo que hiciste pero... yo te perdono, te quiero Omega, yo sufriré lo que tu sufrirás, nadie superara nuestra hermandad - Al escucharlo solo pude cerrar mis brazos para también abrazarlo, estaba llorando pero sé que no puedo rendirme aun, sonreiré pero no porque el mundo me lo pide, sonreiré para que las personas que me odian se enojen, que sientan que no podrán romperme nunca más.

Después de eso nos recostamos en la pared ambos y esperamos para que deje de llorar y me tranquilizara un poco, durante ese tiempo estábamos viendo el paisaje que veíamos frente a nuestros ojos, deje de llorar para luego cerrar mis ojos, me iba a dormiré otra vez pero sé que mi hermano me esperara, cerré los ojos para dormir.

Después de lo ocurrido volví a despertarme para luego ver que mi hermano me estaba cargando para volver al salón, sonreí un poco y lo abraza para no caerme, decidí que nunca lo traicionaría en ese momento, sé que esto es solo un comienzo de una gran aventura y disfrutaremos el recorrido hasta llegar al final de todo.

-En el presente-

Después de recordar lo sucedido de aquel día, solo me quede mirándolo a Zero durante un corto periodo de tiempo para luego decirle que me baje ya que me he recuperado, el luego me soltó y luego se dio vuelta para verme –No me digas que Cesar te ocasiono esto, quieres ayudarlo pero él te dejo malherido y con muchas heridas y moretones, te encontré tirando en el suelo desangrándote, pude detener la hemorragia, no me lo agradezcas pero enserio yo me encargo de Cesar, no puedes ayudar a gente como el, aunque lo ayudes aun así se negara y te atacara, voy a sacarlo de su pequeño mundo- Me parecía convincente lo que decía y encima probablemente tenía la razón pero le tuve que decirle que aun así lo ayudare.

-Lo siento hermano pero no voy a rendirme aun así porque tengo mis razones, se lo prometí a María, ganare el juego y por último que no puedo depender de ti todo el tiempo, también resolveré este problema por mi cuenta y a mi manera, que el mejor gane hermano- Zero sonrió por lo que dije para luego elevar su brazo lo cual yo también hice lo mismo y chocando puños diciendo al mismo tiempo.

-Que el mejor de nosotros gane el juego- Cruzamos caminos esperando con ansias que llegue el día donde el juego acabara y solo uno de nosotros ganara, Zero, Cesar o yo, solo uno de nosotros ganara y no estoy dispuesto a perder, prometo que ganare.

El demonio y el humano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora