Estoy aquí una vez más, desviviendome en un escrito, abriendo mi alma, queriendo mostrar un mundo distinto y muerto ya.
Una película de terror, con final espeluznante.
Un camino de rosas, sembradas desde las espinas.
Una obra de arte, de un artista encaprichado.
Una sala de luces, que se apagan una a una.Queriendo asincerarme y no pudiendo, os dejo un escrito trágico y patético siendo esto a lo que más aspiro.
Este será mi último suspiro por intentar llegar a la superficie.
Mi obra maestra no tan maestra.
Mi. Mío. Para mí.
Para todos los que lean, para los que estén interesados.Os muestro un campo de batalla en territorio enemigo, vencedor y mortífero.
En el que esperanzas caen rendidas ante la imponente brutalidad con la que vienen los llantos y corazones vacíos, sin alma.
Un campo de batalla en el que siembran cadáveres las penas a lo largo de su camino.
Y en el medio.
Yo.
No muerta, pero casi.
Quizás por dentro.Yo en el medio como un pequeño brote, que, indefenso y entre tanto sufrimiento debe decidir si ser cactus o amapola, si vivir para morir o vivir muriendo.
A su alrededor gente, riendo, poderosa, sin percatarse de su presencia.
Pero van a pisar a aquel bello brote que entre muerte quiere nacer.
Y no se puede mover, ni tan solo un poco.
Y el tiempo se para, y lo ve llegar, perdón, la, la muerte llega y la ve, pero no huye.
Ni si quiera sabe lo que está pasando, es pequeño, y ya tiene que afrontar su situación solo, pobre pequeño brote que asustado decide dejar pasar el tiempo.Y pasa, el tiempo pasa.
Y se agota.
Pero no hace nada.
La vida, caprichosa pero no benévola le cede más tiempo.
Y ya no amenaza.
Solo muestra lo que ocurre si no mueres.
Que vives.
Y eso puede llegar a ser peor si no tienes razones para hacerlo.Él cree que la vida a sido justa, y que lo mejor que podía pasar era librarse de la muerte que acechaba.
Pero no.
Pronto empezaba a ver y hermosos primeros rayos de sol alumbraban lo que sería su nueva vida.
Y echó de menos aquella sensación próxima a la muerte.
Porque era lo que deseaba.
La muerte.Y no le juzgo, pobre e indefenso, solo y herido en batalla.
Aquella que no debió librar y que por hacerlo,
resultó fatal.
Ahora lamenta la vida y añora la muerte,
y como no debió ser
acabó por vivir muriendo.
Pero solo casi.Y continua creciendo.
Con el incesante riego a base de sangre derramada de su propio ser.
Con el absurdo miedo que le provoca estar vivo.
Con el sueño de soñar por última vez.
Si tan solo un aviso...
Si tan solo una señal...Hubiese estado a su alcance, amapola sería y sus pétalos ondearian al viento,
como último suspiro.
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Dead Reckoning.
عشوائيSon mis sentimientos y la verdad es que esto es algo muy personal. Cuando necesito desahogarme intento escribir bonito aquí.