IV

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-¡¿Qué?! ¿Cómo fue que se enteraron?- golpeé la mesa y tome mi cabeza entre mis manos

-yo aún no lo sé querido, intenta calmarte- se acercó a mí y tomo mi hombro- Tony no supe que hacer para sacarte del problema, fue lo mejor que se me ocurrió para sacarte del escándalo, no puedo permitir que salga eso a la luz en tiempo de crisis, la gente apenas está procesando los acuerdos de Socovia y la desintegración de los vengadores como los conocían y decirles que...

-¿Qué Rogers y yo salimos? -interrumpio el hombre- Pep no puedo permitir que ates tu vida conmigo, Pepper, ¡no me amas!

-Tony mi vida siempre ha estado atada a ti...¿no será que tú no me amas?-la mujer interrogó devuelta

-Pep no es...

-no Tony, no suavices las cosas, desde hace 3 años o más tú ya no me amas.

-Te juro que no fue algo en lo que pudiera decidir, sólo paso y...

-te rompieron el corazón

-ya lo sé- el genio se sentó en la sala que se encontraba dentro de la oficina - Lo sé y me duele haberte hecho daño, nunca me voy a perdonar.

-no podemos hacer nada para Cambiar el pasado Tony, pero sabes que todo tiene consecuencias.

-por eso mismo- dijo Stark - no voy a permitir que destroces tu vida a mi lado, voy a solucionar esto, sin necesidad de una boda

-Solo ten cuidado y piensa en lo que vas a decir, se prudente, por favor.

-¿Cuándo no lo he sido ?

La rubia lo miro retante

-okay, ya entendí, oye- dijo antes de salir de la oficina- ¿Sabes de mi cuarto de juegos?

-¿cuál cuarto de juegos?- interrogó la mujer

-muy bien ¡me voy!- y el genio salió de la habitación con una sonrisa en los labios- ¡Peter ven tengo un tesoro que mostrarte!

-¡Anthony Stark ¿cuál cuarto de juegos?! - grito la CEO desde la puerta - ¡¿Cuál cuarto de juegos?!

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En el sancta Sanctórum de Nueva York Se encontraba el hechicero supremo sentado en el piso.

-¿yo debería de regresar la llamada?- preguntaba con los ojos cerrados - él ya lo hizo y su maldito orgullo no le permitirá hacerlo otra vez

Una capa roja le daba vueltas a la habitación. de un momento a otro se acercó al hechicero

-¿que quieres?- le preguntaba como si fuera una persona- ¿no ves que estoy meditando?

la capa sólo comenzaba jalarlo para que la siguiera

-no ire contigo, estoy ocupado aquí, intento solucionar un problema

-ese "problema" ¿no puede solucionarse en Londres?

-¡wong! ¿Qué haces aqui? ¿Paso algo en el Kamar-Taj ?

-no- respondió el hombre- pero necesito que vigiles el santuario de Londres Stephen, ahora tienes más responsabilidades y no pues sólo quedarte aquí, todos los santuarios necesitan ser supervisados

-lo sé, aunque ancestral no lo hacia- respondió el médico

-entonces consigue 2 guardianes uno que se encargue de Nueva York, otro para Londres y tu te quedas en el Kamar-Taj

-no es lo que quería decir Wong

-de verdad Strange, tienes que ir a Londres y Al kamar-taj

-esta bien, lo haré- la capa acercó el celular a las manos de Stephen- ¡eso no!

Cuando Nos Conocimos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora