I.
El tráfico estaba insoportable.
Un atasco monumental ocupaba más de tres kilómetros de autopista o por lo menos eso decían en la cadena de radio que tenía puesta. Harta de escuchar que aún me quedaría mucho tiempo hasta que los vehículos comenzaran a circular con normalidad cambio de cadena. Cambio sin parar hasta dar con una en la que no echaran la basura de música comercial que últimamente llenan todas y cada unas de las estaciones de radio.
Al parecer he tenido algo de suerte, después de un día de perros, en dar con música de verdad. Pronto, el coche se llena con las canciones de Queen.
La voz de Freddy Mercury empezaba a calar en cada una de mis terminaciones nerviosas haciendo que mis dedos siguieran el ritmo de Bohemian Rhapsody. Sin embargo, la potente voz que tenía ese magnífico cantante, no conseguía hacer que mi mente dejara de darle vueltas al asunto de Daniel.
Lo mataría por hacerme perder mi valioso tiempo en ir a recogerlo por una de sus tantas gilipolleces. ¿Cómo diablos se había apañado para acabar en el hospital con una pierna rota? Y para más inri estando a cargo de Elena. ¡Y encima pillaba un atasco! Sin duda, hoy no era mi día.
Dando un sonoro suspiro me vuelvo a centrar en la carretera. Cogí la autopista para, de esta forma, evitar las concurridas calles de Madrid. Pero por lo que parecía no fue una buena idea. Aún no era hora punta aunque todos los autos arremolinados a mi alrededor indicaran lo contrario. Parecía que todo el mundo había tenido la misma idea que yo de evitar las transitadas avenidas madrileñas.
Solté un taco viendo que había pasado más de media hora desde que el coche no se movía ni un solo milímetro. ¿Qué narices pasaba hoy en la ciudad para que todas las carreteras estuvieran así de llenas?
¡Qué calor! Pensé.
Puse el aire acondicionado del coche. Mientras tanto, el canal de radio estaba anunciando el por qué de que la capital española estuviese con tanto tráfico.
¡Estamos a 10 de julio, señoras y señores! Así que no pueden perderse el famosísimo concierto de la banda del momento. ¡One Direction, señores, se encuentra hoy en Madrid!
Bufo, pensando en la larga tarde que me espera. Tendría que aguantar a Elena hablar todo el santo día de estos niños e insistiéndome para llevarla a verlos, aunque sea de lejos, donde quisiera que fuera el concierto. El día empeoraba por momentos.
¡Al fin!
Alabo a todos los dioses conocidos y por conocer, aunque no creyese en ninguno de ellos, al ver que empezábamos a movernos.
Rápidamente cogí el siguiente cruce para dirigirme al Paseo de la Castellana, donde se encontraba el Hospital Universitario La Paz en el cual Daniel estaba ingresado.
En este momento debería estar trabajando, no recogiendo al imbécil de Dani, me quejé en mis propios pensamientos.
* * *
- ¡Llamad a la ambulancia!-grito aterrorizado.
- ¡¿Qué coño ha pasado?!

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Start of time |Niall Horan|
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si un día te despertaras en un hospital sin ser tú? Kiana se enorgullecía de decir que amaba su vida. Un hermano mayor sobreprotector, una insoportable y mimada hermana pequeña y unos padres maravillosos componían su adorada familia. N...