Capitulo ⚀ 4

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Me sentía como los días en que no logro decidirme si comprar helado de frutilla o vainilla para acompañar tres horas de la categoría terrorífica de Netflix. Esos días que Dios decidió serian exactos para poner en desorden todo nuestro metabolismo. Y para ser sincera, en ciertas maneras se sentía exactamente igual, tenía el mundo hecho una completa ruleta de opciones para entender lo que acaba de suceder. No tengo ni idea de cómo debería sentirme, ni cómo reaccionar. Todo fue muy rápido pero siento que cuando cierro los ojos él está ahí, sonriendo, y me gusta pensar que ese momento nunca lo voy a olvidar, porque siendo honesta esto no es un cuento de hadas, yo no soy una princesa, yo no tengo un príncipe azul. Esto es la vida real, y en la vida real todo el mundo recuerda a la chica que tropezó el primer día del último año, y estoy más que segura de que incluso él me recordara así.

-No me cabe duda de que esto irá al anuario.- dijo Lynn mientras se aseguraba de recordar la clave del casillero.

-No hay forma alguna de que lo olviden- le respondí yo mientras, hábilmente, abría mi casillero. Mi clave no es nada difícil, es mi fecha de cumpleaños acompañado de la de Lynn, y la clave de Lynn es la misma pero en reversa.

Así podríamos salvarnos si alguna olvidamos algo importante, como aquella vez en primero que Lynn olvido su traje para natación y yo me ofrecí a darle el mío prestado, pero nunca me lo devolvió, aunque se lo cobre con un suéter de "Spiderman" que ya no recuerdo donde está.
Mi casillero y el de ella comenzaron a estar unidos desde el año anterior, ella pidió el cambio de mi casillero al lado del de ella, y era estar en medio de ella y un chico que nunca eh visto; aunque Lynn insinúa que es gay y que no se acerca a su casillero por que le damos miedo, lo cual me parece absurdo. Lynn puede dar miedo pero yo apenas si eh matado un mosco en toda mi vida y fue por error. Y la otra opción era quedarme en donde estaba, rodeada del medio equipo de futbol Americano el cual más de una vez salpicaron sudor sobre mí. Así que mis opciones eran claras.

-Te aseguro que en menos de dos semanas nadie se acordara de eso- al parecer logro abrir su lugar.... y, ahora que lo recuerdo.

-Diablos- dije mientras sumergía mi cabeza en mi oscuro casillero- Por estar inmersa en el lio en que me metiste olvide retirar mi horario.

-¡Oye!, yo no te metí en nada- saque un poco mi cabeza para lanzarle mi mirada sarcástica de "si, como no"- Yo no te dije que salieras corriendo, solo debías saludar y sonreír. Además, no ha salido todo mal o ¿sí?, ese muchacho no estaba nada mal y hasta creo que le hubieras gustado si no te hubieras puesto a botar baba frente a él.

-¡¿Qué?! no lo dices enserio- Lynn movió su cabeza de arriba abajo en señal de respuesta. El solo pensarlo me dio mucha vergüenza, mi único momento de amor y yo había actuado como una niñita.

-No mentira, solo te estoy torturando- y lo estas logrando- pero mira el lado bueno de todo, nadie se ha fijado en tu grano.

Cierto, todo ese drama me hizo olvidar que tenía un tercer cachete. Pero, y si la razón para que me quedara viendo fuera que estaba observando mi grano...

-¡Ay! no, que voy a hacer, puede estar en cualquier lado y en cualquier momento me lo puedo encontrar y no sabré que decir- debería saludarlo... O quizá disculparme, ¿Y si ni siquiera regresa a verme? ¿Y si nunca lo encuentro de nuevo?

Lynn saco mi cabeza del casillero y de mis pensamientos, y coloco uno de sus espejos frente a mí, el grano ya no estaba.

-No te alarmes, el día recién comienza, iremos por nuestros horarios y luego viviremos el último año de preparatoria a lo grande.

Me tomo de los hombros, me dio un abrazo y con eso me otorgo todo el ánimo que necesitaba.

-Estas hermosa, siempre lo estas- lo dijo muy despacio pero con dulzura a mi oído- tendremos un día estupendo, ya lo veras.

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