En noche vieja, Souichi y Morinaga deciden ir a encontrarse al templo de la ciudad con su tía Matsuda y Kanako su hermanita, pero mientras caminaban algo paso que ambos se perdieron y no recordaron el camino... Entrando a un Templo llamado Tagata, D...
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Hola gente hermosa gracias por entrar y leer la continuación de este extraño y delirante fic n.n se que esperan mis otros fics pero voy lenta pero segura así que bueno les agradezco la espera y como siempre gracias por las lecturas y comentarios.
Un enorme GRACIAS A MI BETA que siempre aguanta mis errores y los convierte en algo hermoso la quiero mucho n.n
Bueno también un saludo especial a los que siguen mi página de FB gracias!
Un saludo a mis pinguinitas! Nos vemos en las notas finales n.n/
9 MESES
By:
Aurora la maga
"Loco deseo: sí quiero, pero no debo... imposible, no puedo."
El dios supremo del Templo de la Fertilidad, le había dado una gran y sumamente importante misión: debía soportar, aguantar y contener esas terribles ganas de lanzarse encima de su querido, sexy y varonil ex kohai; y definitivamente daría lo mejor de sí para cumplir su deseo, y claro para ganarle a ese viejo pervertido y hacerlo tragarse sus palabras.
Souichi se daba un baño de agua fria; trataba de sacar de su cabeza aquella deliciosa imagen en la que la piel brillosa, sedosa y olorosa de su querido peliazul se había expuesto frente a él.
–¡Esto es ridiculo! no puedo creer lo estúpido que me estoy sintiendo ahora mismo... ¡Soy como un real pervertido! de verdad ¿esto esta pasando?– Agachaba su mirada y observaba a su querido amigo de batalla al cual gritó: –¡Qué demonios te pasa a tí, solo era Morinaga quitándose la camisa y...!–
El sonrojo regresó a sus mejillas y observando su reflejo en la puerta de cristal de aquella ducha susurró de manera sarcástica: –Vamos Souichi solo son unos días... –
Abajo, la situación se volvió incomprensible para cierto ojiverde, quien terminaba de limpiar el tiradero que los inútiles dioses habían dejado en la cocina; puesto que estos se habían ofrecido para ayudarle, sin embargo: –Morinaga, en serio podemos serte de ayuda–
–Lo sé pero no ahora, mejor en otro momento– Expuso él con amable voz a la diosa.
–Pero no lo entiendo, quieren que seamos humildes y ¡no nos dejas preparar un simple pastel!–
–Bueno si no lanzaras todo al piso, tal vez fueras de más ayuda Bruja–
–¡¿A quién llamas Bruja... Estorbo?!–
Tagata quien estaba con la pequeña en brazos, fue directo a Morinaga entregándole la niña a su "madre", he inició a discutir más fuerte con la ex diosa; Tetsuhiro suspiró hondamente y susurró:
