TWO!THREE!

1

-Uno, dos, tres...
-Los encontrare.

Apenas era un niño de 5 años,  jugando a las escondidas, un pequeño quien no sabia con lo que se encontraria.

Caminaba en busca de mis amigos,tenia que ganar en el juego, no volvería a perder, ellos realmente sabían esconderse.
Me metí entre unos arbustos,hasta salir a lo que era un pequeño lago, era muy bonito nisiquiera  sabia de la existencia de este.
A lo lejos pude ver la silueta de un niño, corri rápido hacia el, pensando que era alguno de mis amigos, pero detuve mis pasos antes de llegar, aquel niño no lo había visto antes, tenia sus cabellos despeinados, un gran suéter, un nos cachetitos grandes muy bonito,abrazaba sus piernas fuerte  y lágrimas caían por su rostro ¿porqué lloraba?¿quien era ese niño?
Con pasos lentos me acerqué, quería saber la razón de sus lágrimas, un niño tan lindo no merecía llorar, tenia algo de miedo y duda.

-¿Estas bien?

El se puso de pie al verme

-¿porqué lloras?-volvi a preguntar

-¿quien eres tu?-dijo en voz baja

-oh sierto, yo bueno soy tae - le regale una  gran sonrisa

-¿qué haces aquí?

-no lo se-reí- pero quieto saber porque lloras.

Nuevamente las lágrimas comenzaron a caer en su rostro- mi mami ella se a ido-

-ella regresara

-ella esta en el cielo-

Ambos quedamos un momento en silencio, hasta que decidí volver a hablar.

-seguro que el cielo es un lugar muy bonito, tu mami también te va de extrañar mucho, pero ella te cuida desde allá arriba

-pero yo la quiero a mi lado

-y lo esta ella esta en tu corazon-

- Yo quiero los habrazo  de mi mami, sus besitos y las historias que me contaba antes de dormir-

Me quede pensando por unos momentos hasta que algo bino a mi mente.
Me acerqué  a él y le di un gran habrazo seguido de pequeño beso en su mejilla

-se que no soy tu mami, pero si te hace sentir mejor puedo hacer esto siempre, ella no quedra verte llorar.

El niño simplemente sonrió,  fue lo más lindo que había visto,  sus ojitos había desaparecido por completo.

- ahora puedes decirme tu nombre-

-me llamo jimin-

Lo volvía a abrazar era imposible no hacerlo.
En ese tiempo no lograba entender varias cosas, pero supe al instante que ese niño se convertiría en una parte de mi.