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A los 13 años...

Era el cumpleaños de jimin, un día muy importante para mi y quería que fuera especial.
Lo esperaba  en el mismo lago de siempre, sonrisas tímidas salían derepente, le gustará.
Había hecho la comida con mis propias manos, era la primera vez que cosinaba, no niego llegue a hacerme algunas quemaduras pero nada grabe, me costo demasiado quería sorprenderlo, había arreglado todo, los vasos, platos, cubierto, las flores que tanto le gustaban y una caja de regalo a lado todo parecía perfecto.
El regalo era pequeño pero que no es más importante el valor sentimental.

Los segundos  pasaban lento, no sabia si eran por los nervios o las ansias que parecía eterna su llegada.

Observa con algo de nostalgia el lugar, y me preguntaba cómo un lugar tan hermoso era tan solitario, habían flores de distintos colores, árboles de gran tamaño, un cielo despejado y el bello color del agua y nunca habíamos visto a alguien mas aquí, pero lo que hacía especial el lugar era el, el niño de mejillas redonditas, que se adueñó por completo de mi pequeño corazón,  nuca había sido tan sercano a alguien mas, desde que lo encontré aquella tarde ya nadie mas importaba, mi mundo giraba  entorno a él.
Los segundos se convirtieron en minutos y estos en horas.
Trate de ser lo más positivo del mundo, el no me dejaría esperando, por lo que con suma paciencia lo espere, pero la tarde estaba llegando y no había seña de el, comenzaba a preocuparme.
Espere un poco mas hasta que decidí ir hasta su casa. Indeciso caminaba a prisa, me preocupaba jimin pero también temía encontrarme con su padre.
Y ahí me encontraba delate de la puerta , quería tocar pero el miedo me comía por dentro.

Toque la puerta en espera de que alguien atendiera, la casa parecía estar sola y ami parecer era tenebrosa.
Volví a tocar y no tenia repuesta, recordé que antes jimin me haba dicho sobre una llave de repuesto que se encontraba entre la maseta que se encontraba ahí afuera, la tome y abrí, que malo podía suceder.

Caminaba lento, todo estaba silencioso, subí las escaleras y me dirigí al cuarto de jimin
Habría con lentitud la puerta y ahí estaba aquel niño hecho bolita en su cama.

--Jimin- el levanto su mirada algo sorprendido, al parecer no se imaginaba verme ahí

-Vete- dijo casi en susurro

- ¿paso algo?

-solo vete

-pero jimin hoy es...

-taehyung e dicho que te largues quiero estar solo-

Me dolía verlo así con lágrimas en sus ojitos, claramente no lo dejaría así solo, para eso me tenia ami quien lo consolaria.
Me acerqué a él y lo abrace fuerte, el se resistió pero no lo solté hasta que  cedió y termino sollozando en mi hombro, me partía el corazón escuchar su llanto, nos mantuvimos así por largos minutos hasta que el apareció calmarse y separarse de mi para hablar.

-Tae tie tienes que irte-

Jimin había sido golpeado nuevamente por su padre, quería sacarlo de una vez por todas de ahí, pero me lamentaba no poder hacerlo.

- Tae si no sales de aquí también puede hacerte daño, el no quiere vernos juntos, por favor vete de aquí-

Yo prometí cuidar de el y protegerle siempre, esto seria una mala racha de las tantas pero estaba seguro que algún día podría sentir paz por el.

TWO!THREE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora