Sé muy bien a dónde voy.
Sé muy bien lo que estoy haciendo.Con todo el griterío y rayos y "Hulk aplasta" abajo, nadie se preocupa de esto:
La famosa sala de datos de los Avengers.
Enlazada a la base de datos fe S.H.I.E.l.D, que está enlazada a la del gobierno estadounidense, etc, etc. A todas las bases de datos autorizadas.Todas ellas llenas de ultra jugosos archivos secretos, y absolutamente imposible de hackear...
Me acerco al computador.
Para cualquier otro. Las maquinas son más fáciles de engañar que la gente, créanlo o no. De verdad son muy ingenuas. De hecho, mientras les cuento esto, estoy metiéndome en los archivos tan difíciles de entrar. Ja.
Y allí está.
El Loki que fui.
El Loki que ardió.
El archivo tiene una foto. Se pone en todas las pamtallas de la sala.
Hago una mueca, mientras mis dedos siguen apretando las teclas.Este universo, prefiere los viejos patrones, los viejos ciclos. Quisiera que tenga mi vieja forma.
Pero este no soy yo.
No más.Estos archivos.... Estas historias... Tienen una gravedad que me jala, que me compacta en algo que ya no soy.
Afuera con ellos entonces. Hice cosas terribles para ser Loki... Cosas que me atormentan, crímenes que no serán perdonados...
Pero soy Loki.
Mi mueca se transforma en una sonrisa.
Y más que eso.
Soy yo.
-Les guste o no.-Murmuro, en el silencio de la habitación.
-Confía en mí.-Una voz oxidada dice a mis espaldas.
Me doy la vuelta y ahí están: los Vengadores. Cada uno apuntandome con el arma que tiene.
-No nos gusta.-Termina por decir Iron Man.
Llegaron demasiado pronto, pero bueno... improvisación, pan de cada día.
-¿Supongo que no podríamos resolver esto con un desayuno civilizado?-digo, poniendo un puchero.
-Matenlo.-Dice Thor. Sus compañeros se sorprenden, pero yo no.
-¿Qué?-Steve esta confundido.
-Ahora.
-Los Vengadores no matan Thor, a menos que no haya otra manera.
-Yo lo haré entonces.
Sí, Thor. Justo cómo yo quería.
Vuelve a mirarme y me llevo mi diestra a la espada que llevo colgada.
Estoy listo. Sólo necesito un movimiento certero.
-Tal y como debí cuándo padre lo trajo a casa como simple mugre de cabra.-Sigue diciendo Thor.-Un golpe con mi martillo y...-Lo arrastra, Thor viene hacía mí pero apenas puede su martillo, que no se despega del suelo.-¿Por qué...? ¿Por qué pesa tanto?
Mis ojos se encuentran con los suyos y gruñe, soltando su querido Mjolnir.
-!Al diablo con él! ¡Lo haré con mis manos!-Corre hacia mi con sus puños. Desvaino la espada.-¡Le arrancaré la cabeza con mis...!-Me desvío, solo un poco y me escabullo de él. Rápidamente, afirmando mi espada con fuerza me coloco atrás suyo... Y llevó mi espada a él.
Confía en mí.
-Manos.-Termina de decir Thor, cuándo la espada le atraviesa el pecho.
Y grita, mientras un líquido casi negro, rojo como la sangre sale, escapa de sus ojos y boca, mientras que unos pequeños rayos lo cubren.
Sé lo que hago.