31 -LA LLUVIA

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Mientras tú sumerges tu alma en un oscuro café que te arropa con su vapor y observas desde tu castillo: la lluvia

Yo, camino lentamente disfrutando del susurro de las gotas que se estrellan en la tierra como esquirlas de frescura divina.

Tú te proteges la piel, bajo los cristales de la quietud de tu mirada, siempre en silencio.

Yo, bailo con el ritmo de las gotas deslizándose por todos los rincones de mi piel.

Tú sonríes con el eco de tu soledad, yo disfruto del concierto de versos cristalinos que las nubes dejan en libertad.

Llueve y te acurrucas en el seno de de un leño que se consume con letargo; llueve y desgarro mi pecho para mojar mi corazón con el beso del rocío del cielo.

Llueve y puedo sentir que se funde mi piel con la melodía de mis lágrimas risueñas; llueve y te parapetas camuflando tus miedos.

La lluvia mutila las alas de nuestro mundo siamés; despedaza nuestras promesas de una bofetada; ya no somos uno; cada uno ha bebido lo suyo, tú con tu café, yo con mi copa de vino.

"Misceláneo lírico"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora