Relato

8.7K 31 2
                                    

Lo agende como lo tenía agendado antes, cuando apenas nos conociamos.
De un día para el otro decidio que no funcionabamos juntos, ni siquiera quiso arreglarlo, que se sentía mejor con otra persona, agarró sus cosas y se fué, sin aviso previo, y así me dejó con mil sentimientos por demostrar y con mil palabras por decir.

Me dejo con el corazón en mil pedazos, destruido, y aún así lo seguí amando con cada minúsculo pedazo de ese corazón averiado.

Me equivoqué porque cuando pensé que lo tenía, me soltó.
Me voy, queriendo volver siempre el tiempo atrás y no dejarlo ir, pero sé que eso no es posible, a veces, solo a veces, hay que soltar y dejar ir rápidamente.

A veces creo que esperó el mejor momento para irse, para que realmente me doliera y a veces lo observo desde lejos y me hace feliz de solo verlo feliz, que no lo creo.
El amor estaba, lo que no estaba eran sus ganas de seguir luchando, de seguir intentando.

Pero hoy en día, parece que a las personas se les está pareciendo fácil dejar ir y difícil aferrarse y luchar por lo que realmente sienten.

La mayoría de las veces evitó lugares donde fuimos, me recuerdan buenos momentos que no se volverán a repetir.
Capaz que mientras yo escribo esto esté en esos lugares especiales con esa persona, o esté en solo e intente recordarme, o solo pase por ahí y ni siquiera se acuerde, pero siempre existe una pequeña posibilidad no?

Al fin de cuentas, el que siente más, es el que más pierde.
Y en este caso la que perdí fui yo.

RelatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora