Una Simple Amistad

Capitulo 22

- ¡No me lo puedo creer! -grita alzando la voz el muchacho mientras ve en internet lo que le estaba llamando la atención

- ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que no te puedes creer? -pregunta Laura acercandose a su amigo para ver qué era lo que le había llamado la atención

- Un millón de visitas en youtube...-exclama el muchacho diciendolo mientras va señalando la cifra en la panatalla del ordenador.

- ¿Qué video? -pregunta Laura indecisa e intrigada

- En el nuestro. ¿Te acuerdas de que en el concierto habían preguntado si podían poner un vídeo en youtube?

- Sí 

- Pues al parecer este es uno de ellos. Interpretamos la canción de "La Lluvia" Es fascinante, Laura, tan solo lleva ¿Cuanto tiempo? ¿Mes y medio? Y ya van por un millón de visitas...Y mira -dice bajando la barra lateral para ver los comentarios -muchos comentarios, positivos, negativos, en inglés, en español, en italiano..

- Ya veo...Pues vaya la repercusión que estamos teniendo por una sola canción

- Es que cantas de maravilla Lau

- ¿Y tú qué? ¿Acaso no eres tu el que llevas el ritmo en tus venas con la guitarra? Eres el chico perfecto Nico, inglés, italiano, tocas la guitarra, juegas al fútbol, eres rubio, con los ojos verdes...

- Tampoco me halages tanto, que tengo que perder unos kilos eh...Este verano me pongo en forma....

- Tú ya estás ya en forma -exclama la chica acercandose al muchacho. 

Abriendo los ojos como platos, ambos miran la cifra que marcaba el nivel de estadisticas de aquel vídeo. No había pasado ni dos meses desde que ese vídeo estaba rondando por internet y ya llevaban un millón de visitar en poco menos de dos meses. El desconcierto de los muchachos era enorme al vez la cuantiosa cifra de un millón de visitar. Nico y Laura se besan pasa festejarlo por todo lo alto. ¡Un Millón de Vistas en youtuebe¡ Se besan de nuevo. Laura y Nico. Son tal para cual, no hay nadie en casa. Ven como el estado es alto. Suben las pulsaciones. Nico la besa y de pronto, ambos buscan la cama. El chico se desprende de la parte de arriba y Laura se deja besar en el cuello. Ambos se dejan hacer. Por primera vez, el destino ha dejado pasar a cupido, pero sería solamente una vez. Porque el destino, no sería tan persuasivo la próxima vez que deje pasar a Cupido. 

El verano había llegado por fin, el curso había acabado. Nico había aprobado y pasaría el verano con sus padres y sus familiares fuera de la ciudad, fuera de España, lo que eso significaba, que habían llegado las prisas que tenía la familia para llegar a Estados Unidos al rancho familiar del tio Uncle. Para asombro de todos los que estaban peparandose para ir otro año más, al más que conocido rancho familiar, la madre de Nico, había invitado a Laura a pasar el verano con ellos. Esta, tras consultarlo en casa, aceptó ir, pues su sueño era ir a Estados Unidos, aunque al principio se mostraba recelosa con la invitación ha ir a Estados Unidos. Habían aceptado a que Laura viajase con los tíos de Nico durante el mes de Agosto.El resumen del inicio del verano para la familia Nico se resumía en una sola palaba: ESTRÉS.

Un taxi para ir a la estación de trenes a primera hora de la mañana, cansados y casi sin dormir. Viaje en tren a Madrid con la compañia AVE. Autobús ALSACITY hasta el aeropuerto. Hacer cola para facturar las maletas y lo que no eran maletas. Controles de seguridad en mal momento. Esperas infernales e infinitas en un aeropuerto de Madrid. Las instrucciones de seguridad antes del despegue, cuyas pláticas ya se sabían de memoria. Aterrizar en Londres antes del mediodia. Más esperas infinitas. Otro avión hacia Chicago. Más instrucciones de seguridad conocidas de memoria por todos y odiadas por todos. Un largo viaje cruzando el Atlántico, sin saber como iría a terminar. Aterrizar en Chicago sanos y salvaos, pero no enteros del cansancio.  Recoger las  maletas que afortunadamente han seguido a sus dueños hasta el continecte de Barack Obama. Otro control de seguridad. Saludos, abrazos, besos y muchas sonrisas de los recien llegados a los que les esperaban para llegar al rancho. Un par de camionetas y BMW y, por fin, disponerse a concluir un larguísimo día, rodeados de seres queridos, sintiéndose en casa a pesar de los miles de kilómetros recorridos que tan cansados habían realizado tras la salida de España.