Una tortuga despistada

I

-¡Que testarudo! -exclamó Ryeowook llevándose la mano a su vientre- oye jirafita, tu appa cada día se pone peor... A ver si ya das señales de vida -menciono divertido entrando a la casa- tienes dos meses con nosotros y el muy tonto no se ha dado cuenta y eso que es medico! -susurro haciendo un puchero mientras se recostaba y acariciaba su vientre con ternura- ves, te dije que tu appa es muy lento...

Hace menos de cuatro semanas que se entero, por medio de una ecografía, que estaba en estado, la noticia le emociono mucho porque estaba esperando un bebé del hombre que ama.

Kim Jong Woon, un medico reconocido mundialmente por sus logros académicos, su vida ha sido estudiar y demostrar que con la medicina todo es posible, pero hace tres años y medio, conoció al chico que le ha robado la cordura en tan poco tiempo, aquel joven de cabellos castaños y ojos avellana que le robo el corazón en tiempo récord, su amado fotógrafo Kim Ryeowook.

Al conocerlo en el hospital, se sintió realmente atraído por el, no lo pensó dos veces para acercarsele y cortejarlo, creyendo que aceptaría pasar una noche con el, pero no. Wook demostró que no era un chico fácil de llevar ala cama y después de medio año conociéndose fue que se dio la gran noche para ambos, esa vez marco tanto a los dos que no pudieron evitar separarse tan fácilmente por lo que dieron iniciada una relación, sin embargo hace cuatro meses que Jong le había pedido matrimonio a Wook y este se había negado. Sabia que el menor lo amaba por lo que no entendía aquel rechazo.

Aun así, nada cambio entre ambos, su relación seguía siendo especial, demostrando lo bien que se llevaban a pesar de tener profesiones diferentes.

Ryeowook cuando llego al departamento después de una sección de fotos, lo primero que hizo fue quitarse los zapatos para luego acostarse un rato, no podía creer  lo realmente cansado que se sentía, en la mañana se había despertado tranquilo, ahora se sentía como si hubiera corrido un maratón completo, llevo una mano a su vientre.

-Que sucede Jirafita, estas portandote mal? Debes de portarte bien.. -dijo cerrando los ojos y quedándose dormido en poco tiempo-

Jong abrió la puerta de su departamento, que compartida con el menor desde hace un año, y se extraño al mirar a su pareja dormido en el sofá, con cuidado se acerco a el y dejo su maletín a un lado para luego tomarlo en brazos y llevarlo ala cama.

Ryeowook al sentir que alguien lo cargaba abrió los ojos un tanto asustado llevando sus manos a su vientre, pero al notar que era el pelinegro se tranquilizo

-Woonie...

-Te asuste?

-si un poco -mencionó sonriendo levemente al sentir la suavidad de la cama- y que haces aquí?

-Ya finalizó mi turno -sonríe- sabes tomare tres semanas de vacaciones ya que quiero llevarte a Hong Kong

-No quiero viajar -dijo de pronto serio, lo que extraño al mayor-

-Que raro, te encanta que te lleve de viaje -le recuerda con sinceridad y mirándolo con curiosidad y pudo notar en sus ojos que le ocultaba algo- Que ocultas jirafa?

El castaño sonrió inocente- Nada tortuguita -contesto bostezando- ya es muy tarde?

-Bueno, casi son las cinco de la tarde -le respondió sonriendole- quieres comer algo?

El menor negó con la cabeza- estoy cansado, solo quiero dormir..

-Hazlo, yo me encargare de preparar la cena -le dijo antes de darle un beso en los labios y salir de la habitación-

Jong comenzó a preparar una deliciosa cena para su pequeño castaño, aunque le parece extraño que este cansado, pues Wookie tiene un trabajo tranquilo que no le demandaba de tanto tiempo

-Que estas ocultando mi jirafita? -se pregunto pensativo mientras preparaba la cena-

Luego de un rato Ryeowook se había levantado y salido de la habitación para ir ala sala donde vio a Jong acomodar la mesa, llevo una mano en su vientre y la acaricio tiernamente-

-Jirafita, tendremos que darle algunas pistas a tu appa -susurro sonriente antes de reunirse con Jong para ayudarlo-