☆ Epílogo ☆

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Freddy estaba muy preocupado por la llamada que había recibido hacía pocos minutos de parte de alguien extraño. Según esto, su novio se había quedado atrapado en un lugar en medio de la nada, su carro estaba descompuesto, no tenía manera de comunicarse con nadie que lo fuera a buscar debido a que se había quedado sin batería y sólo se sabía el número de Freddy de memoria... No quedaba otra más que parar a alguien que le prestara un celular. 

Aunque, bueno, pudo haber llamado a la policía o algo así, a alguien que fuera más capaz que él de hacer algo por socorrerlo... Pero de todos modos iría, no podía dejar a su luz solo por ahí con riesgo de ser secuestrado, matado, violado o algo peor. No estaba exagerando. 

Fue en taxi hasta el lugar, debía llegar lo más rápido posible a la dirección que le fue enviada y sabía que esa era su mejor opción aunque no le dieran demasiada confianza ese tipo de transportes. Respiró profundo al ver el imponente bosque oscuro alzarse delante de él, se abrazó a sí mismo y se adentró en el sitio con algo de temor. Joder, las cosas que hacía por amor.

"Te juro que si no amara tanto a esa lámpara, te obligaría a quedarte a dormir en casa". Comentó Fred con los brazos cruzados mientras miraba a otro lado. Freddy soltó una ligera risita con más confianza, al menos no estaba tan solo.

Sentía que estaba por llegar al sitio y se emocionó, pero antes de poder seguir caminando, hubo algo raro que llamó su atención a sus pies: había algunas lucesitas de color blanco haciendo un caminito en el suelo, como si éstas estuvieran incitándolo a seguirlas a donde fuera que quisieran ir. No estaba muy seguro puesto que estaba en medio de un maldito bosque, pero, ¿qué daño podían hacer? Quizás Golden tenía que ver con todo eso. Se decidió a seguirlas sin despegar la vista del suelo, y por alguna razón no se sentía en peligro. 

Las luces terminaban detrás de un gran y ancho árbol, se veía que por detrás había más luz y tragó saliva, si eso era una trampa, seguro que se arrepentiría toda su vida de haber seguido esas luces. Fue discreto al salir de detrás del árbol y sus ojos se abrieron con asombro ante lo que pudo vislumbrar: un pequeño kiosko blanco, con algunas flores color azul y otras amarillas rodeando sus barras y unas lámparas de una tenue luz naranja colgadas en el techo. Era bellísimo.

Dentro del pequeño kiosko estaban sus mejores amigos vestidos elegantemente, todos portaban una sonrisa enorme de alegría y satisfacción, incluso Foxy parecía contento de estar ahí. Pero, ¿por qué estaban ahí? Ahora estaba confundido. Estaba por preguntar lo que sucedía, pero algo se lo impidió. 

 ―Hola, osito~ ―Escuchó a alguien canturrear detrás de él. Se asustó, dio un pequeño brinquito por la impresión, se giró rápidamente para ver al desconocido y vio a Golden con un ligero sonrojo en sus mejillas. Freddy le sonrió. 

 ―Ho-Hola... ¿Qué es todo esto?―Golden no respondió, simplemente tomó su mano y lo guió al centro del kiosko, sitio en el que su novio se dio la vuelta para darle la espalda―. ¿Go-Golden?

―Freddy... ¿Sabes qué día es hoy? ―El mencionado frunció el ceño algo confundido.

 ―Sí, hoy es quince de marzo, nuestro aniversario de dos años, ¿por qué?―Golden rió suavemente mientras volvía a ver de frente a Freddy, le tomaba la mano y le besaba el dorso delicadamente. Las mejillas del castaño no podían estar más rojas. 

  ―Porque... Hoy, al ser nuestro segundo aniversario, quise hacer algo único, algo especial para ti, para demostrarte cuánto te amo ―Golden se arrodilló en el suelo y su novio -ya que Fred sólo miraba desde arriba de la cabeza de Freddy con un sonrojo enorme- tuvo que taparse la boca para no comenzar a llorar, ¿iba a...?―. Freddy, lograste enamorarme, lograste hacerme sentir único, especial, me hiciste sentir de mil formas extrañas que jamás creí que experimentaría en esta vida... Simplemente me hiciste feliz. 

Foxy tuvo que desviar la mirada para que nadie viera sus ojos vidriosos, suspiró bajito y tomó la mano de Bonnie entrelazando sus dedos, él se la apretó de regreso para calmarlo. Cómo debía de estar sufriendo su novio en estos momentos... 

 ―Todas y cada una de las notas que me enviabas nos trajeron hasta aquí, todos y cada uno de tus intentos por enamorarme nos hicieron tener dos bellos años de felicidad, todas y cada una de nuestras conversaciones, incluyendo a Fred, me hicieron darme cuenta de que no necesitaba a nadie más que a ustedes ―Freddy estaba comenzando a llorar de alegría. Foxy estaba comenzando a llorar de tristeza. Golden tomó nuevamente la mano de sus novios sin quitar su enorme sonrisa―. Es por eso que hoy... Freddy, Fred, ¿quieren pasar el resto de su vida conmigo?

El más alto abrió el pequeño estuche negro que traía en la mano, dejando ver un anillo de plata con unos finos hilos de oro entrelazados entre sí que formaban unos diminutos corazones. Ambos chicos comenzaron a reír y sollozar a la vez mientras se abalanzaban a Golden, nunca se habían imaginado algo así, nunca esperaron que Golden les pidiera matrimonio, nunca imaginaron que ambos podían ser tan felices como ahora. Su novio les colocó el anillo en el dedo, los abrazó fuertemente y, posteriormente, los besó con mucha pasión, beso que ellos correspondieron. 

 ―Golden... Golden, te amamos, te amamos demasiado... ―Dijeron ambos chicos que ahora controlaban el cuerpo entre lágrimas. Golden comenzó a llorar también―. No tienes idea de lo felices que nos has hecho, lamparita, en serio... Aunque nos asustaste con esa llamada de que estabas perdido, esto es perfecto. Tú eres perfecto. Muchas gracias... Sí, queremos casarnos contigo.

Todos los presentes aplaudieron fuertemente, ¡sus amigos iban a casarse! Se lo merecían, los tres eran dignos de ser felices y de tenerse el uno al otro, los tres se compenetraban a la perfección y sabían que llevarían un matrimonio pleno. Pero nadie, más que Bonnie, se daba cuenta de que Foxy -que había perdonado a Golden hacía poco- estaba sufriendo con todo esto. Debía sacarlo de ahí. 

 ―¡Muchas felicidades!―Musitó Bonnie aferrándose un poco más a la mano de su novio―. Espero que sean muy felices, chicos. Foxy y yo debemos irnos, perdón por no poder quedarnos más tiempo, pero sigan disfrutando~.

Golden le sonrió al mencionado pelirrojo con alegría y él, aunque tembló un poco, le regresó la sonrisa.

―Felicidades, lámpara de piso~. Ojalá sean felices ―Su corazón dio un vuelco al decir esas palabras y de pronto tuvo la necesidad de vomitar. Bonnie lo sacó rápidamente de ahí. 

 ―Bien, ¡a celebrar!―Gritó Chica. Y entre besos, caricias y abrazos, Golden, Freddy y Fred se juraron amor eterno. 

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No voy a decir mucho porque no tengo tanto tiempo xd perdón por no haber actualizado quq es que se me fue, otra vez, ah.

Ya nada más faltan los dos extras, así que no se alteren 👀 gracias por leer. Los amo

-Dennis

❝Lo necesitas a él❞「Golddy」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora