3.- Mar

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Coralline admiró su nueva habitación al tiempo que los señores Athoms la miraban desde la entrada de esta. Era preciosa, las paredes eran de un blanco perlado y algunos círculos de color azul estaban pintados en ellas, la cama era grande y tenía unas cortinas de color crema y todos los muebles eran todos blancos con algunos toques azulados.

- Es hermosa.

- Esperaba que te gustara, no sabía que color escoger así que elegí el azul por que es mi color favorito.

- Esta todo genial, gracias.

- No hay de que, recuerda que ahora eres de la familia.

- Bueno te dejamos para que te acomodes - le dijo su nuevo padre y ella pudo admirar con libertad la habitación y explorar cada rincón de aquel lugar que a partir de ese día sería su refugio.

Todos los cajones estaban en los que debía estar la ropa estaban vacíos así que los cerró mientras se acercaba a la ventana.

Se quedó contemplando la vista que tenía del mar cuando de pronto una pequeña nota voló a sus manos y por simple curiosidad la abrió.

Tienes que volver al mar Corall.

Volver al mar?, De que hablaba?, Ella jamás había ido al mar en toda su vida, por un momento pensó que había sido un error pero su nombre escrito en aquel papelito le hizo saber que no era así y un escalofrío la recorrió al pensar en el mar mientras buscaba a quien había mandado esa nota.

****

Al día siguiente cuando Corall despertó lo primero que vió fue a Skylar pegada a su ventana y parecía estar espiando a los vecinos.

- Qué pasa? - preguntó con voz somnolienta a pesar de que había descansado como nunca.

- Lo que pasa es que los padres de Pauline adoptaron no a una si no a dos niñas, no podía creer que Pauline pudiera tener hermanas mayores, así que yo quería 3 hermanas para poder superarla y ganarle sin embargo sólo me dejaron tener una hermana mayor, aunque bueno supongo que es mejor a no tener a nadie.

Coralline ignoró la punzada que sentía al ver que quizá sólo era el capricho de una niña rica el hecho de que ella tuviera una familia, la ignoró y caminó para ver lo que su nueva hermana tanto observaba.

Se sorprendió al ver allí a las gemelas Samantha y Cassandra que jugaban con una niña rubia de como 9 años.

- Esas niñas estaban en mi orfanato.

- Sí, los señores Stuart convencieron a mis padres de adoptar allí y alguna niña de su edad para que sus dos hijas, bueno ellos tienen tres, pero igual, fueran juntas a la escuela.

- Oh.

De pronto Zoe se adentró en la habitación.

- Ya arriba niñas, sus padres me dieron permiso de que hoy fuésemos a la playa así que hay que prepararse, por cierto Coralline cerca de la playa hay una tienda de trajes baño, ahí conseguiremos algo.

Ella asintió y solamente tomó las cosas que creía necesarias y las metió en una maleta, supuso que al no saber la talla lo único que faltaba en su habitación era la ropa y los zapatos por lo cual fue a la playa con las mismas sandalias de baño que tenía en el orfanato.

Tiempo después se encontraban en una tienda de artículos de playa que se encontraba cerca de esta, pero lo suficientemente lejos de la orilla para que está ni siquiera se notará, razón por la cual Corall estaba tranquila pero algo en su interior le decía que esa calma no iba a durar mucho.

Cuando por fin llegaron a la playa el sombrero de la niñera salió volando por los aires y ella salió corriendo trás este.

- Váyanse adelantando ahorita las alcanzo.

Haciendo caso a la mayor Arianne jaló de su nueva hermana mayor hacia el mar, sin percatarse de el gran temblor que invadía a la chica y la tormenta que se empezaba a avecinar.

- Ven, se que te va a gustar el mar.

Coralline sintió ganas de correr, de alejarse del mar pero no podía, su cuerpo no respondía pero las olas aumentaban y ellas ya habían entrado al mar mientras no paraba de temblar.

El mar se movía bajo sus pies, sin saber la razón empezó a llorar y en ese momento una ola la separó de Skylar arrastrándola lejos y dejándola inconciente mientras escuchaba los gritos de la niña de fondo.

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20 años atrás

Coralliha se dirigía resignada hacia el lugar donde aquel chico la había citado el día anterior, era eso o perder el título de guardiana que obtendría en un par de años y todo por ir imprudentemente a tierra.

Llegó a la orilla y por segunda vez en su vida su cola se transformó en un par de piernas.

A lo lejos lo vió, sin duda era atractivo pero todo se esfumaba con el hecho de que la estaba chanteajando para posiblemente obtener información sobre las gemas del mar pues era bien sabido que toda criatura nacida en el bosque debía jurar lealtad a Carunno.

- Vaya, viniste.

- Cumplo con mi palabra así que espero que tú también lo hagas y que no le digas a nadie.

- No pensaba hacerlo, pero quería volver a verte y charlar un poco contigo.

La boca de la sirena se abrió sintiéndose tonta, la había engañado.

- No tengo nada que hablar contigo, solo debía de venir para que no dijeras nada, además ni siquiera te conozco.

Se dió la vuelta y estaba por alejarse cuando el chico la detuvo.

- Quédate y conóceme, si no te agrado no nos volveremos a ver pero si sí lo hago aquí te estaré esperando mañana a la misma hora.

Coralliha dudó, los Tranxxon eran conocidos en la comunidad marina como unos seres viles crueles y embusteros de los que jamás se debían fiar más sin embargo algo en la voz de aquel desconocido le inspiraba una confianza que la incitaba a quedarse así que lo hizo.

- Por cierto yo soy Luttio.

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Hola

Para los que no les haya quedado claro los Tranxxon son humanos que pueden convertirse en cualquier animal.

Una vez aclarado eso informó que la próxima actualización va a ser de Gosthel o de Extraña Realidad.

Eso es todo por hoy.

Besos de Dany.

La Magia De Las SirenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora