La Magia De Las Sirenas

I.- Adopción

Una chica pelinegra inspeccionaba con sus ojos grises a una pareja que ingresaba al orfanato y al mismo tiempo que el dúo se adentraba por completo ella soltó un suspiro emocionado y se dirigió a la cama de su compañera de habitación en aquel lugar, se acostó y acomodó su larga cabellera mientras le sonreía a la rubia, de su misma edad, la cual estaba sentada a su lado.

- Llegó una nueva pareja - avisó mientras juntaba su mirada gris con la azul de su compañera.

- Oh vámos Corall, date cuenta de la realidad, nunca saldremos de aquí - respondió la rubia a Corall.

- Mantengo las esperanzas Chio - dijo Corall mientras la susodicha negaba con la cabeza.

Ambas estaban en ese orfanato desde que tenían uso de razón y desde pequeñas se hicieron amigas y ninguna había salido aún de ahí pues eran pocas las personas que adoptaban a niñas de 13 años, pero siempre había excepciones.

Llamaron a la puerta, había una señora de semblante duro parada en la entrada de la habitación que ambas niñas compartían, la cantidad de niños aumentaba pues los niños no paraban de llegar y no había muchas adopciones, razón por la cual no podían darse él lujo de tener la habitación para las dos solas.

- Coralline y Rocío al pasillo - llamo la señora Hattler y ambas salieron lo mas rápido que pudieron y vieron a otras tres niñas ahí.

- Creó que al final es bueno que seas tan optimista Corall.

Las otras niñas eran sus otras compañeras de cuarto, con las que compartían edad, para empezar estaban lad gemelas Samantha y Cassandra, eran rubias y sus ojos color miel, ambas eran bastante retraídas, habían llegado allí apenas hacia un año atrás y aún no superaban por completo la muerte de sus padres.

También estaba Kelly una niña dulce, traía su abundante cabello pelirrojo atado en una coleta y su ojos color marrón obscuro miraban nerviosos a través de los cristales de sus lentes, ella, al igual que Coralline, estaba allí desde que tenía uso de razón.

La señora Hattler las llevo con la pareja que estaba con la señorita Smith la directora del orfanato.

- Ellas son las niñas de 13 años por el momento señores Stuart: Las gemelas Cassandra y Samantha, Kellandre, Coralline y Rocío - concluyó.

La pareja escaneo atentamente a las niñas con la mirada y al final decidieron.

- Nos llevaremos a las gemelas señorita Smith - comunicaron.

- De acuerdo pueden retirarse - dijo en dirección de las niñas - y ustedes dos vayan a hacer sus maletas - señalo a las gemelas.

Las chicas salieron de la habitación, mientras caminaban la pelinegra sintió algo encogerse dentro de ella.

- Tienes razón Chio nunca nos adoptaran - le dio la razón a su amiga respecto a su antiguo comentario.

La rubia paro y se dio la vuelta para decirle a su amiga.

- Tú eres la positiva de las dos, no digas eso ¿sí? - los ojos azules de la rubia se encontraron con los grises de la pelinegra la cual solo asintió pero durante el resto del día sin sentirse segura de las palabras de su amiga.

Aquella noche mientras todos dormían la pelinegra despertó sobresaltada, había tenido pesadillas, había soñado con un recuerdo, su primer recuerdo y el mas triste que tenía y se convenció de una sola cosa, nadie la quería.

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13 años, 4 meses atrás.

Una joven alta y pelinegra corría con cuidado en la oscuridad de la noche en dirección hacia el mar con un bebé en brazos.