La Magia De Las Sirenas

2.- Nuevo hogar.

Coralline miraba a través del cristal como el paisaje avanzaba, estaba feliz, tenía una nueva familia y no había una cosa en el mundo que le gustará más que eso.

- Llegando te voy a enseñar todas mis muñecas, estoy tan feliz de tener una hermana mayor.

Sonrió mientras la pequeña se acostaba sobre sus piernas.

- Sky, porque no primero le dices tu nombre cariño?

- Oh claro, me llamo Arianne Skylar Athoms Blaine, ella es mi mamá Miriam Blaine y mi papá Anthony Athoms, y tú cómo te llamas?

- Carolline - respondió con alegría.

Skylar la miraba, esperando que continuará.

- Ahora es Carolline Athoms querida, se apellida como tú por qué es tu hermana mayor.

- Oh, por qué no lo pensé antes? - la pequeña niña cerró los ojos concentrándose, luego los abrió y le dió a su nueva hermana una sonrisa de oreja a oreja.

De pronto un destello cegó a la pequeña.

- Odio el reflejo del mar - exclamó la pequeña.

- ¿Mar?

Sus padres adoptivos la miraron y sonrieron.

- Vivimos cerca, podemos venir mañana si te apetece.

Ella asintió inconscientemente, su mente estaba perdida, el reflejo de el sol en el agua la hipnotizaba, sentía la necesidad de ir al mar, pero no sabía el por qué.

**

Llegando a su nueva casa la chica se sorprendió.

El lugar era enorme y estaba rodeada por casas de tamaño similar, debí imaginarlo, se dijo mentalmente, era muy raro que escogieran al niño y que todo se hiciera tan rápido, era algo que solo los ricos hacían, se preguntó si los Stuart también lo eran.

Allí descubrió una nueva faceta de Sky, la de una niña caprichosa, tenía una habitación llena de juguetes que presumía con orgullo mientras se quejaba de Pauline, la hija de los vecinos y su peor enemiga.

- Niñas tenemos que salir un momento, Sky va a venir Zoe.

- ¿Zoe?, Genial.

Zoe era la niñera de Skylar pero Corall no lo sabía así que le preguntó a la menor.

- Oh, Zoe es genial, juega conmigo y me cuenta cuentos antes de dormir.

La mayor solo frunció el entrecejo, pero cuando la susodicha llegó comprendió la emoción de su hermana, era una chica de 23 años, su cabello era dorado y sus ojos cafés, estar con ella era una verdadera maravilla, era imposible aburrirse, o eso pensó hasta que Sky le comenzó a presentar a todas sus muñecas que fácilmente se podía calcular que eran más de 100.

- Ella es Arianna, ella es Yudy y ella se llama Zoe, como ella - señaló a la niñera que la veía con una sonrisa.

Cuando Corall estaba a punto de caerse del sueño sus padres llegaron.

- Niñas bajen un momento por favor.

En cuanto bajaron los adultos le agradecieron a Zoe, ella se despidió y se fue, luego de eso la señora Athoms volteó a ver a sus hijas.

- Sky ve a tú habitación, tú Coralline ven con nosotros.

- Si señora Athoms.

A pesar de que en su cabeza sentía la necesidad de otorgarle el título de mamá por el hecho de acogerla, no sabía si eso le agradaría a la mayor por lo cual prefería mantener las formalidades.