Capítulo 4

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Sin nada decir Alison empezó a subir las escaleras al piso de arriba, tiro de la cuerda que sacaba la escalera al desván y se dispuso a subir.
Fue cuando sintió unas grandes manos en su cintura.

__Señorita Masterson, por favor. No hace falta que subas conmigo, puede ser peligroso.

Como un rayo se aparto de las escaleras y de aquellas manos calientes.

_Ya había subido esa mañana a comprobar los daños. La estructura está intacta, sólo se llevo la cobertura de una parte del tejado y se mojó en algunas partes el desván por la lluvia. Ya lo seque. También llamé a una empresa que arregla tejados , pero con los destrozos que hay por el pueblo están dando prioridad a los daños más urgentes. Tampoco me imaginaba que la armada mandaría ayuda.

Oh dios, porque hablaba tanto? Le ponía muy nerviosa la presencia de ese hombre. En su vida había sentido tal presencia, casi podía tocar la electricidad en el aire.

_ Hacemos de ese mundo un lugar más seguro, como aquí viven nuestras familias intentamos que estéis seguros.

Vaya discurso de mierda le había soltado. Se iba a creer que era un engreído.
Y con eso se subió las escaleras. Estuvo un rato allí arriba apuntando en el cuaderno lo que necesitarían para arreglar el tejado.
La idea era que el evaluase los desperfectos y organizase cuadrillas de soldados para hacer el trabajo, hasta que esa chica le
abrió la puerta... entonces decidió que sacaría algo de provecho de aquél castigo.
Con una gran sonrisa pensó en como trabajaría el sólo en aquél tejado y mientras, conseguiría derretir el hielo de aquella nena.
Contento consigo mismo bajó.

_Su evaluación era correcta!
por hoy intentaré traer una lona para cubrir el agujero, por si acaso llueve. Mañana ya traeré los materiales necesarios para el arreglo. Hay algo más que tenga que arreglar?

_No eso es todo Teniente!

_Muy bien! Iré por la lona.

Dios parecía un adolescente!
Siempre se había enorgullecido de saber que decir para encantar a una chica, de hecho estaba considerado por sus compañeros como ligón nato, aunque nunca había mentido a ninguna chica. Pero allí estaba sufriendo intentando sacar palabras coherentes de su boca.
Y mientras intentaba sacar algo remotamente interesante que decir antes de irse, el momento pasó y lo único que pudo decir fue...

_Te veo en un rato Alison .
 
Bueno no era brillante pero al menos había empezado a tutearla . Aunque ella no había dicho ni mu.

Se fue a buscar lo que necesitaba y aprovechó para llamar a su segundo en mando, le encargó todo el trabajo de evaluación y asignación de trabajos para las cuadrillas.
Se estaba escaqueando del encargo pero que le iban a hacer? Castigar?!

Al cabo de dos horas volvió a la casa, ya era mediodía cuando llegó allí.
Llamo al timbre y casi pierde la sonrisa al ver una adolescente pecosa contestar a la puerta.

_Hola, soy...

_Sé quién eres Teniente. Soy Samantha, mi hermana ha dicho que pase y entre, ella está ocupada en la cocina, pero yo puedo ser su ayudante sí quiere.

Seducción y Inocencia (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora