Alison había prometido a si misma que jamás se enamoraría de un militar. Solo tenía que mirar a su madre en estado catatónico para reforzar esa idea.
A Matthew le encantaba su trabajo, era Teniente Coronel en las Fuerzas Especiales. Era una vida lle...
Oh Dios! Que había hecho?!! Había perdido toda decencia y sentido común. No entendía que había pasado, intentaba excusarse diciendo que llevaba más de un año sin salir con nadie y que estaba sedienta de contacto humano, pero eso era una mentira descarada. En cuanto sus ojos conectaron al de él sintió un fuego arder en sus entrañas, sabía exactamente lo que hacía, aunque estaba intentando justificarse. Pero no había justificativa, había tenido sexo en una playa desierta con un casi desconocido. Se sentía tremendamente avergonzada de su comportamiento, no era virgen ni mucho menos, pero a los 18 anos sólo había tenido sexo con un novio y algunos besos con otros chicos, ni de lejos se podría considerar una chica muy suelta, pero hoy justo era lo que era, una chica fácil que se había entregado sin ninguna contemplación. Después de tener el mejor orgasmo de su vida, el único que había tenido en su vida con penetración, se sintió muy avergonzada, bajó de sus brazos y fue en dirección a donde Jamie dormia. Señor! Se podría haber despertado el niño! Matthew intentaba cogerle de la mano y que le mirase. Pero retiro el brazo con brusquedad y siguió su camino callada. Oía como el decía. _Alison , por favor! Hablemos.
Pero lo ignoró completamente, se puso su ropa con prisa, cogió al niño en brazos, su bolso y se marchó dejando la manta y todo lo demás. Ahora mismo sólo quería salir de la situación más embarazosa de su vida. Empezó a caminar para salir de la playa, oyó como atrás el recogía las cosas, no podía avanzar todo lo rápido que le gustaría por la arena y el niño en brazos. Para cuando llegó al aparcamiento ya lo tenía detrás de sí. _Entra al coche, os llevaré a casa.
No le hizo caso. No quería ningún contacto con el. Entonces le oyó muy enfadado: _ALISON, ENTRA EN EL MALDITO COCHE Ó TE METO YO EN EL!
Tiemblo un momento, pero no era miedo a el, era miedo a ceder a el. Entró al coche porque no quería que él le tocara, y así también llegaría antes y se acabaría esa tortura en cuanto llegase a casa. Sentada en el coche, mirando fijamente hacía delante, intentando no ponerse a llorar. El encendió el coche pero en vez de salir del aparcamiento, la miró y dijo:
_Siento mucho haberte gritado. Es sólo que no sé qué hacer para arreglar eso.
_No importa. Podemos irnos por favor.
Y realizó una plegaria para que el lo dejara estar y la llevara lo antes posible a su hogar. Así lo hizo el . En cuanto aparcó al lado de su casa, bajó enseguida con Jamie en brazos en dirección a casa. Le escuchó ir detrás. Abrió la puerta entró y se giró para coger sus cosas de sus manos. _ Adiós Teniente. Lo dijo con firmeza, para que no hubiera dudas El contestó en sus ojos una súplica. _Por favor, no hagas eso. Sé que fue todo muy rápido, debería haberme contenido, pero no he sido capaz, te pido perdón si te hice daño, pero no me excluyas .
_Teniente... _No me llames así, después de lo que ha pasado. _Muy bien, Matthew, que quede claro no me hiciste daño, pero no quiero tener nada contigo, te pido por favor que te olvides de mi . Vete por favor.
La miraba en busca de algo a que aferrarse, pero la veía muy segura y enfadada, por lo que creyó mejor irse y dejarla que se tranquilizara. Pero no pudo irse sin antes decir: _Eso no ha acabado. Volveremos hablar cuando estés más tranquila.
A lo que ella cerró la puerta en sus narices.
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