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Jackson río suavemente entrando al departamento, mientras hacía que su pequeño retoño se quitará las manitas de sus ojitos.

En sí, a Jackson no le agradaba la idea de compartir vivienda con un completo desconocido, pero debido a las circunstancias y al poco dinero que tenía, era su única opción.

Acomodó en un rincón ambas maletas que habían traído mirando el lugar de reojo, era lindo y limpio, como para ser anteriormente el departamento de un soltero, se podía apreciar que el joven con quién compartía era una muy culta.

Mark aún avergonzado, salió ya vestido a recibir a sus nuevos compañeros enseñándoles las dos habitaciones, una para quentin y otra para Jackson.

— Gracias — dijo Wang con una sonrisa que podría haber iluminado al corazón más oscuro, mientras traía su maleta para llevarla hasta su habitación — Ha sido un largo viaje, de Boston hasta aquí. Disculpa ¿me recuerdas tú nombre?

— Supongo que sí, Boston está demasiado lejos de aquí . Oh sí, mi nombre es Mark, tú eres Jackson y este es el pequeño Quentin ¿no?

— Exactamente, así es, Jackson y Quentin Wang, es mi pequeño angelito, tiene tres años.

— ¡oh! entonces es aún un bebé — dijo Mark agachándose para saludar al pequeño niño, que con timidez se escondía detrás de la pierna de su padre.

— Saluda a Mark cariño, no te comerá — murmuró para luego dirigirse a la que sería la habitación de Quentin.

— Uh, tal vez lo haga, me gusta comer a los niños que comen muchos dulces — habló Mark con un tono de voz que le robó una carcajada a Wang, mientras perseguía a Quentin por el departamento.

Apartment 205 ; marksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora