41.- L.A

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Eran las 8:30 pm y los chicos ya habían llegado, Esther los recibió muy animada mente y Dimitri un poco más relajado de lo que pensé que iba a estar después de nuestra "charla" de hace rato.

Mientras que yo los saludé con un movimiento de mi cabeza y mi mano libre ya que si, aún seguía hablando con Vladimir, y era la hora de cenar, así que tuve que colgar.

Mientras los chicos contaban de como les había ido y como Dylan y Tyler fueron los encargados de cargar las bolsas de ropa de Crystal y de Holland, Dustin participaba animadamente en la conversación mientras comía y yo bueno yo sólo daba uno que otro comentario ya que no me podía sacar de la mente a Vladimir, no es como pensé que iba a ser, saben, pensé que era algo más egoísta y que sólo pensaba en su familia pero es todo lo contrario si piensa en el bien de su familia y más en el de su hermana, y bueno lo tengo que admitir,
el es gracioso y me agrada más de lo que quisiera, pero eso no quita el hecho de que es raro que halla conseguido mi número, digo, no es tan fácil que digamos mi número es privado y sólo unos pocos lo tienen.

—Tierra llamando a Cali. —dijo Leila mientras me empujaba un poco el hombro

—Lo siento, ¿de que me perdí?. — Dije mientras sonreía apenada

-De nada interesante pero, ¿estas bien? Estas algo distraída.— preguntó Leila viéndome con el ceño fruncido.

—Sisi, solo estaba pensando en que mañana tengo que hablar con el Consejo de la empresa, las revistas de chismes alemanas no me dejarán en paz por un rato, otra vez. —mentí, pero en parte era verdad entre más rápido aclarará las cosas con el Consejo, mejor, para todos.

—Tranquila todo va a salir bien, ya verás. —

Lo que pensé que era una conversación entre Leila y yo era al parecer de toda la mesa, ya que al quitar mi vista de Leila pude ver como todos me estaban viendo atentamente.

—Oigan, dejen de verme, coman o hagan otra cosa pero no me vean así, con su cara de seriedad. — dije para tratar de aligerar el ambiente y funcionó.

Despues de la cena todos nos reunimos en la sala donde estaba el televisor para así ver una pelicula, es una vieja tradicion que tenemos y al parecer mis padres no la quisieron posponer, al parecer estos dos se estaban empezando a encariñar de mis amigos, puesto que habia veces en las que visitas de Esther estaban en la casa y Dimitri y yo posponiamos la tradicion solo por que a Dimitri no le agradaban demasiado, así que, para que no la halla pospuesto es que le agradan, genial.

Viernes 8:30 am.

  Hoy nos íbamos  a Los Ángeles y nadie estaba levantado, son las 8:30 de la mañana y todos siguen acostados, el avión lo programe para las  nueve y media falta una hora, hacemos de treinta a cuarenta minutos al aeropuerto y como ya dije ¡nadie esta levantado!.
Enojada me levante de la isla de la cocina, agarre un sarten y una cuchara de metal para después dirigirme hacia la habitación de Leila, abrí la puerta de un golpe y empece a hacer ruido con la cuchara y el sarten haciendo que se levantara de golpe y así sucesivamente hasta que todos estuvieron levantados quejándose de el por que los había levantado tan temprano.

   — Les recuerdo que el avión sale en una hora, tienen treinta minutos para estar abajo con sus maletas ¿entendido?. —  dije enojada todos se quejaron por lo bajo y asintieron para después entrar a su habitación supongo que a cambiarse.

Baje a la cocina y ahí estaba Bairon desayunando unos waffles que había hecho para mi, me iba a quejar con el pero decidí pasarlo de largo.

Seis horas con veinte minutos después llegamos al hotel donde nos íbamos a hospedar lo bueno es que es mio, una buena inversión a largo plazo, despues de que me dieran las habitaciones cada quien se fue a la habitación que le habia tocado para cambiarse y asi poder ir a la playa un rato y despues cenar.

Entre en mi habitación y revise mi celular y como habia pensado tenia mensajes de Vladimir.

Okay, a las cuatro y media tenia que estar en el bar, son las tres veinte, tengo suficiente tiempo para darme una ducha y cambiarme, despues de ya haberme bañado y cambiado por un short blanco con rayas verticales color gris junto con una blusa de...

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Okay, a las cuatro y media tenia que estar en el bar, son las tres veinte, tengo suficiente tiempo para darme una ducha y cambiarme, despues de ya haberme bañado y cambiado por un short blanco con rayas verticales color gris junto con una blusa de botones blanca que me quedaba un poco holgada con unos zapatos de tacon bajo blancos, me maquille simple ya que el calor de Los Angeles es infernal, tome mi celular y mi tarjeta negra; termine justo a tiempo par ir al bar, ahora el plan era que los demas no me vieran con Vladimir hasta que sea el momento adecuado.

Sali de la habitación asegurandome que no hubiera nadie en los pasillos, y corri lo mas que pude hacia el elevador, presionando como loca el boton para que llegara a donde yo estaba, en cuanto las puertas de este  se habrieron me meti y presione el boton del bar que estaba en el lovi para despues picarle de manera desesperada al boton que era para cerrar las puertas, justa mente en mi desesperación por que el elevador se cerrara Dustin iba saliendo de su habitación, al verme en el elevador me sonrio, mi desesperación aumento ya que si Dustin se subia conmigo en el elevador no se iba a separar de mi ni un segundo y necesitaba estar a solas con Vladimir para poder aclarar el plan, demonios.

  — ¡Cali! ¡espera!.— Grito Dustin sonriéndome,  presione con mas fuerza el boton mientras le sonreia nerviosa a Dustin, el elevador por fin se iba a cerrar pero dustin empezo a correr hacia el elevador, gracias a dios dustin llego justamente cuando las puertas se habian cerrado. fiu, de la que me salve.

Al llegar al bar no sabía a quien buscar, no había visto ninguna foto de Vladimir, ni si quiera me di a la tarea de investigarlo, mala idea.

Mire al rededor, esperando a que alguno de los hombres me reconociera y rezaba para que Vladimir, quien quiera que fuera se me acercará.

— Cariño.—  escuche que alguien dijo a mis espaldas, me giré y me encontré con un hombre mucho más alto que yo, sonriendome dejando ver unos perfectos dientes

— Supongo que tu eres Vladimir.— dije finalmente saliendo de mi trance, Vladimir sonrió aún más y soltó una pequeña risa.

— El unico — Extendio su mano la cual acepte — un placer, Cali.— me sonrió.

Voy a ser honesta, Vladimir es aún más guapo de lo que pensé que sería.

La Chica De Un Alemán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora