Odio los despertadores. ¿No los odian también? Si algún día encuentro al que inventó estas cosas, pues no se que le haré, pero será algo malo.
Sol las 6:30 de la mañana, y mi despertador suena como desquiciado. Trato de apagarlo pero no veo ni donde está mi mesa de noche. Luego de varios intentos logro apagarlo, pero sigo en cama. Es el primer día de escuela, bueno, para mi.
Hace un mes que me mude de Boston a Chicago. No es gran cosa, estoy acostumbrado a mudarme seguido gracias al trabajo de mi mamá. Es la dueña de su propia empresa: Cristina's Style, una empresa de moda. Comenzó haciendo ropa para los de mi vecindario, pero se volvió tan exitosa que ahora le ofrecen trabajo en diferentes estados, por lo que nos mudamos seguido.
-¡Steven!
-¿Hmm?
-¿Cómo que "hmm"? ¡Levántate ya! ¡Llegarás tarde a tu primer día!
-Pero mama -hice una pausa para bostezar- mis clases son a las 8, y son las 6:30
-¿6:30? Son las 7:30 hijo
-Pero si acabo de.. -veo mi reloj y definitivamente son 7:30. Debí quedarme dormido - Ya me alisto
-¡Apúrate!
Me levanto como puedo y me voy al baño para tomar una ducha, cepillar mis dientes y finalmente cambiarme. Lo bueno de mi nueva escuela es que no tiene uniforme, así que puedo vestirme como yo quiera.
Me pongo una remera blanca holgada, unos jeans y unas Vans negras; con mi cabello no hago mucho, lo remuevo y lo cepillo un poco, para finalmente cubrirlo con una gorra. Agarro mi mochila y meto el primer cuaderno que encontré.
Baje a desayunar,solo, por supuesto, ya que mi mama tiene trabajo a las 8 y sale 20 minutos antes.
Al terminar fui a esperar el autobús, y por primera vez desde que llegamos, me sentí nervioso. Es normal, siempre me siento nervioso cuando estoy a punto de entrar a una nueva escuela.
El autobús amarillo llega después de 5 minutos.
Al subir, pensé que, como en algunas escuelas anteriores, todos se me quedarían viendo. Me equivoque. Bastante. Parezco un fantasma. Nadie parece notar que alguien subió. Nadie me mira, solo siguen haciendo lo que hacían. Me voy al final del autobús y me siento al lado de la ventana.
Desde qué llegamos, me la pasé encerrado en mi casa, jugando videojuegos o mirando televisión, así que está es la primera vez que veo al menos una parte de la ciudad. Se ve bastante agradable.
Algún día tengo que ir a conocer toda la ciudad.
Después de unos 20 minutos, puedo divisar a lo lejos un gran edificio color beige, y se ve un gran letrero que dice: "Chicago International School". Esa es mi nueva escuela.
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Love is never enough.
Dla nastolatkówConoce la historia de Steven y Elizabeth. Tu podrías decir que el amor es suficiente para ser feliz, pero ellos no piensan lo mismo; para ellos, el amor no es suficiente.