Ú N I C O

16 2 0
                                    


En su mirada podías apreciar una belleza digna de elogios.
Tan transparente, tan puro y tan sincero.

Entiendo que la hayas pasado mal a tu corta edad.
No es de negar que haz vivido más,
tan sabio que podía compararte con una deidad.

También te han manipulado y dicho cosas bellas y espléndidas
haciendo de ti un desmán.
No fue hasta que tocaste fondo, y tu ángel guardián  te mostró
que de tales elogios hicieron de ti algo a su antojo.

Que esas mentiras, todas esas a las que te han convencido de que fueron ''errores''
no se acercaban ni a lo más mínimo al término. 

No fueron más que acciones con malas intensiones. 

Lamentablemente creo que no lo haz comprendido del todo, aunque haz perdonado
sé que no haz olvidado. Fue doloroso ver que  no te haz valorado, amor. 
Has hecho daño, lo quieras o no. Todos lo hemos hecho. Yo no soy ninguna excepción,
aunque siéndote sincera, no me di cuenta de cuanto daño había provocado sin siquiera 
notarlo. Mis acciones no iban con malas intenciones, y aún así hubo mal interpretaciones.

Alguna vez fuiste tan inocente e inexperto como yo lo he sido en mi corta vida.
Haz sido tan corrompido y dañado como yo nunca lo hubiera imaginado.

Cielo, cometiste la dicha de ser orgulloso, altanero y arrogante, a quienes sólo te pedían un poco de comprensión y cariño con sus inmaduras personalidades.
Debes entender, amor, que pasaste por mucho y sufriste, pero el resto no es culpable de que liberes tus corajes contra ellos, les dañas, justo como lo hicieron contigo.

Tal vez no pasaron por la ''buena vida'' que tú sí, pero han de sufrir tanto como tú alguna vez lo sentiste. Aunque se trate de la misma situación, comprende, amor; hablamos del mismo sentimiento: Dolor.

Lamento no haberte conocido antes y servirte de apoyo.
Alejarte de los abusivos que te usaron cual títere.
No quería aceptarlo, pero las cosas eran así; 

Decidiste encajar, sentirte como un león que aún no crecía cuando apenas eras un cachorro. Tenderte mis brazos y cuidar de ti cuando sufriste aquél accidente, el cual supe por tus labios al pronunciarlo. 

Dijiste que era una mentirosa cuando te dije que no tenía idea de lo que te había sucedido. Ni siquiera había comprendido lo mal que la habías pasado cuando aquella vez en el sofá te abriste a mí apenas un poco, te acercaste a mí cuando notaste lo mal que me sentía. 

Todo mi pesar debido a algo de disturbios en mi hogar, un abuso callado y mi amor contenido. Mi amor que silenciosamente bailaba en el aire acariciando tus negros cabellos, besando tu aliento y anhelando acariciar mejor tus labios.

Me dolió esa misma vez en que entre tu consejo dijiste que mi dolor no significaba nada porque no había sufrido como tú. Dijiste que cuando experimentara el verdadero dolor corriera a tus brazos y te contara con lágrimas, de verdadero dolor, en mi rostro la nueva experiencia.

Me dolió.

Se sintió como si yo estuviera sufriendo por nada, cuando realmente estaba conteniendo pensamientos extremistas que sabía que no solucionarían nada. ¿Cómo explicarte lo que nunca he tratado de hacer? Realmente estaba rota, pero no podía decírtelo. Por eso dolió. Porque ocultaba una verdad que a tus ojos no existía.

MEMORIA  [One Shot]Where stories live. Discover now