Es un castigo cerrar los ojos y querer... No sé, rezarle a ése Dios que nos mira desde un cielo, al que en un momento dado le pedimos ayuda, pero creo que solo se nos queda mirando.
Hay personas tan jóvenes que sienten tan pocas ganas de vivir... Y eso es muy triste la verdad, la vida parece que se adelanta, parece que alguien haya cogido la manilla del reloj y la haya acelerado sin nuestro permiso. Somos jóvenes con las ganas de poner la música a todo volumen, a tal extremo que la casa vibre y no podamos ni escuchar nuestros pensamientos.
Dolor, espera.
Aunque quiera no puedo parar de querer más de ese veneno. A veces no siento el corazón en mi pecho, a veces lo siento tanto que quisiera arrancarlo porque dolería menos. Es querer quedarte solx en casa, escuchar música y gritar, a veces solo quieres que te escuchen, porque ya nadie lo hace aunque te ofrezcan una mano. Y la verdad, a veces esa mano te la cogen a ti y te arrancan el maldito brazo.
A veces quisiera cortarle el cuello a todos aquellos con el mismo cuchillo con el que me apuñalaron la espalda. Es increíble, la verdad, porque a veces solo quiero matar, pero otras solo quiero que me abracen y abrir mi corazón y darle todo mi amor al amor de mi vida. Unos dicen que es bipolaridad, yo pienso que es el simple hecho de que, bueno, de que no es la adolescencia, que en su nombre ya tiene la puta palabra "dolor",sino que... Eres tú mismo, tú eres los demás, porque te dejas influenciar por ellos, pero los demás son tú, porque viven tu vida por ti.
Pero son solo chorradas, quisiera deciros que hay solución para esa rabia colectiva que nuestra generación siente... Pero cada uno tiene su manera distinta, la mía, aún no la he encontrado.
Seguiré tumbada en la cama escuchando a mi novio dormir y con los auriculares puestos con la música de Nirvana hasta que me exploten los oídos.