Fic Futboleros Saint seiyanos [yaois]

~Apuesta Perdida~

(Japón . Colombia)

(NOTA: A manera radom, se determino que tanto Milo de Escorpion como Syd de Mizar fueran Colombianos :p )

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  El ambiente futbolero se respira aquel día en Bogotá. En todos los restaurantes nadie come, se quedan a mitad de bocado viendo hipnotizados el partido . Gritan, celebran, ríen y maldicen. Un verdadero show.

Al menos para el. Quien descansaba después de un largo viaje.

Seiya, un pequeño japonés se divertía a lo lindo y no dejaba sacar fotos de su teléfono de alta tecnología a un colombiano de cabello rubio, demasiado guapo y con demasiada carisma como para no voltear a verle.

Quizá fue demasiado insistente, pues el colombiano lo notó. Miró de reojo al pequeño japones. Bajito y morocho. Simpático a su ver, pero demasiado entrometido. Chisteó a un amigo, golpeándole con el codo.

— Un sushi.
— A lo mejor es chino. - respondió su amigo, un pálido colombiano de cabello verde, peinado hacia arriba y mirada felina.
— Tu a todos les dices chino, es un niponcito, te lo digo yo.

El juego continuaba. Colombia tuvo muchas oportunidades, pero fallaba, igual Japón, pero no tanto, con lo cual el partido lo iban ganando los japoneses, quienes se veían que disfrutaban del show del entretenimiento deportivo.

— Pts..Milín, ¿una apuesta? — siseó Syd, el de mirada felina, con su sonrisa maquiavelica que dirigía la mirada al pequeño "chino", quien discretamente seguía tomándole fotos a Milo. — asustalo en el baño...

Milo tenía que decidir rápidamente, pues el japonés ya se encontraba encaminado rumbo a los sanitarios, llevando consigo su equipaje. El colombiano sonrió de regreso a su camarada, relamió sus labios y fue tras su presa.

El partido continuaba.

Al llegar a los baños, estaba Seiya esperando al colombiano con los brazos cruzados, recargado en el muro. Lo estaba esperando. Su actitud segura descolocó a Milo, pues a primera vista parecía un niño perdido y curioso el japonés.

Pero no dejó que eso lo distrajera de su apuesta, al caminar como un león a su presa, mientras se bajaba la bragueta.

— ¿Estas perdido, sushi? — cantarroneó Milo, sonrisa feroz, con la mirada cargada de deseo — veo que te gusta sacar muchas fotos eh? No deberías viajar solo.

Seiya retrocedía al ultimo de los baños, para ocultarse ahí y esperar a Milo. Su mirada destellaba y la sonrisa aunque nerviosa no desapareció.

— Oh ! — exclamó sorpresa , jalando la palanca de aquel inodoro como si hubiera sido un accidente — No! solo yo no...

Milo alzó una ceja y luego brincó del susto cuando, de la nada, unas manos pasaban por su cuello, jalaban su largo cabello hacía atrás y unos labios mordían su yugular .

— Cuanto quedarón? - preguntó en japonés el recién llegado a Seiya y este contestó : 2-1.
— Dos uno eh....perfecto.

Ikki bajó los pantalones a un confundido Milo, metió los dedos entre sus nalgas haciendo que este se inclinara para quedar, justito enfrente a Seiya, quien lo recibía con la pija bien parada, dispuesta a ser atendida.

Milo sonrió. No era lo que esperaba. No asustó a los japoneses. Pero estaba bien. Para el, hasta los penales no acababan los partidos. Hasta lo que no tenían.