Capítulo 1: La noticia

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1. Todo sabe mejor con tortitas echas con amor

Ahí está otra vez ese molesto sonido.

No he dormido en toda la noche y la musiquita que está taladrándome el cerebro no es que ayude mucho.

Estoy tumbada en mi cama con la almohada encima de la cabeza, pero nada, sigo oyendo esa maldita musiquita irritante.  

Me saco la almohada de encima de mi cabeza y me giro para quedar tumbada bocarriba. La luz de la mañana ya se encuentra escabulléndose por las cortinas para darle a mi habitación una tenue luz que la ilumine.

Me paso la mano por la cara y la dejo caer a la cama para cerrar los ojos mientras frunzo el ceño intentando dormir. Pero ahí sigue la musiquita.

Gruño y me levanto de la cama, mientras me recojo el cabello en un moño desaliñado. Salgo de la habitación y empiezo a bajar las escaleras a la vez que un bostezo se escapa de mí boca y yo levanto mis brazos estirándome.

Despertarme por las mañanas no es mi cosa favorita. Si mi humor normalmente ya es horrible, prepárate para verme recién levantada. Al menos, solo hay dos personas que están obligadas técnicamente a soportarlo.

Veo a una de ellas enfrenté de la isla gigante de mármol blanco al atravesar la puerta de la cocina. Un olor a café y desayuno recién echo me llega a la nariz. Bueno, puede ser que eso me tranquilizara y me pusiera de mejor humor algunas veces apaciguando así, un poquito mi estado de ánimo mañanero.

-¿Es que nadie piensa cogerlo? – pregunto mientras elevo las manos atónita.

-Ve a cogerlo tú ya que has bajado.

Giro mi cabeza para ver a través de la puerta de la cocina como Logan mirar la televisión tirado en el sofá despreocupado con mi mayor cara de fastidio. Ese sofá había costado horrores que entrara en la casa. Es grande y ocupa bastante espacio, pero al final nos las ingeniamos junto al chico que se ocupaba de traérnoslo para conseguir pasarlo por el ventanal que hay en el salón.

-Ve a cogerlo tú ya que has bajado – repito mientras imito su voz de forma exagerada – pues que sepas que estaba durmiendo y el maldito teléfono me ha despertado – le grito malhumorada.

-Lara, ya son más de las diez de la mañana ¿No crees que ya era hora de levantarse?

Ahora giro mi cabeza hacia el otro lado, para ver como Luke cocina una masa que supongo que acabara siendo unas tortitas. Es un fanático de ellas y yo no me quejo para nada, están para chuparse los dedos.

-O me levanto temprano o me levanto amable. No puedo con todo – le explico obvia – Y además ¿Tenía que ser con un molesto sonido como ese que está sonando? – digo señalando el teléfono - ¡¿enserio, está cosa no se calla nunca o qué?!

-¡Cógelo ya y deja de quejarte tanto!

Miro con mala cara a Logan mientras me acerco a la encimera donde está el teléfono fijo, aunque sé que él no me ve porque esta despaldas concentrado en el televisor.

Suspiro pesadamente antes de descolgar el teléfono y dirigirlo a mi oreja para responder a la persona que se encuentra esperando a que atiendan a su llamada.

-¿Diga? – contesto con una falsa sonrisa siendo consciente de que la persona al otro lado de la línea no me ve.

-Hola, buenos días ¿Aquí es donde residen los tutores de Lara Jones?

En el momento donde escuchó mi nombre a través de la línea telefónica me quedo paralizada. No sé cómo reaccionar a esto. Noto como unos pocos nervios empiezan a recorrerme el cuerpo, del mismo modo como mi corazón empieza a latir un poco más fuerte de lo normal y las palabras se ahogan en mi garganta.

REMEMBER ME [Inazuma Eleven]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora