Capítulo 2: El encuentro

42 4 2
                                    

2. La gente se tropieza con una piedra, yo en cambio, me tropiezo con este

Empujo con mis manos el bordillo de la ventana y me deslizo por la tubería pegada a la pared de la casa, hasta que mis pies encuentran el suelo con un poco de brusquedad.

Necesitaba salir de esas cuatro padres, juro que empezaba a notar como se cerraban en plan "la guerra de las galaxias" para hacer puré de Lara. Me estaban asfixiando. No me gustan los espacios pequeños. Cuando estoy tranquila puedo llevarlo bien, pero en cuanto lo nervios a aparecen a flor de piel, todo ese control se va a la mierda.

Avanzo y me detengo enfrente de la pared que separa el jardín de la calle. Empiezo a trepar por el viejo trastero que hay en el jardín hasta alcanzar la pared y repetir así el proceso de antes, deslizándome por el bordillo y volviendo a caer en el suelo otra vez.

¿Qué porque salía de mi casa como si fuera Tarzán? Sé de antemano que las puertas están cerradas, porque ni de broma Luke, ni mucho menos Logan me dejarían salir de casa sola. Pero si quieren que cumpla su estúpida idea de ir a ese sitio, tienen que empezar a aprender a dejarme mi espació y a que pueda tomar mis propias decisiones sin tener a alguien encima vigilándome o analizándome a todas horas.  

Tomo un rumbo sin destino, solo quiero airearme un poco.

La luz que ilumina las calles es tenue y de ese color anaranjado que simulan los trazos de un pintor inspirado en el atardecer, cuando el sol decide que es hora de desparecer hasta la mañana siguiente. Desaparecer. Como me gustaría ser como él y desaparecer a mi antojo.

Son alrededor de las seis y media de la tarde. Luke había intentado traerme algo de comer, ya que no había casi ni probado el desayuno con la discusión de esta mañana. Pero me negué en rotundo, no tenía hambre. A lo que me arrepiento, porque ahora sí que la tengo, y mucha.  Mis tripas reclaman algo para que me lleva a la boca, pero no tengo tampoco dinero para comprar nada. Mi huida ha sido improvisada así que ni siquiera se me ha ocurrido coger algo de emergencia.  

Camino por las calles como perro sin su dueño. Mis preocupaciones revolotean por mi mente, mientras yo intento cortarles las alas.

El puente por el que estoy cruzando está vacío.

La misma imagen del suelo de la calle se repite mientras avanzo, hasta que esta es interrumpida cuando levanto la cabeza.

Unos sonidos estridentes de un claxon me despiertan de mis pensamientos y sin ni siquiera dudar un segundo me abalanzo sobre él.

Caemos rodando por la carretera y un camión enorme pasa muy cerca de nuestro lado. De fondo se oye como un balón resuena mientras bota por la acera. Me levanto de encía del chico como una exhalación y la furia empieza a colmarme de arriba a abajo.

-¡¿Pero se puede saber qué coño te pasa?! – le grito furiosa – ¡¿Qué demonios se te pasa a ti por la cabeza para que corras detrás de un balón en medio de la carretera como si fueras un crio de cinco años?! ¡¿Es que quieres matarte?! - bufó enfadada.

-Ha... Yo... - balbucea.

Ruedo los ojos y le extiendo una mano.

-Venga, levanta de ahí.

El no duda en cogerme la mano. Le ayudo a levantarse y el me dedica la sonrisa más grande que he visto nunca sin soltarme la mano. Tiro de nuestro agarre para deshacerlo intentando no parecer muy brusca, para después mirar a otro lado mientras suspiro.

-Gracias.

Vuelvo mi vista hacia el de nuevo.

-¿Por qué? – frunzo el ceño.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 12, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

REMEMBER ME [Inazuma Eleven]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora