Solo un paso más.

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La vida suele ser tan cruel con aquellos que lo único que quieren es ser felices. Yo sólo quiero que mi persona especial sea feliz, sin importar lo que hiciera.

Lo trate como el más preciosos tesoro existente en la tierra. Pues lo era.

Era, es y será mi todo por sobre cualquiera.

El merecía todo, aunque ya lo tuviera.

Yo quería darle todo.

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Min YoonGi le hizo una promesa a la Luna, se hizo una promesa a si mismo. Él lo haría feliz, aunque en el camino se perdiera él.

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A veces no entendemos lo que de nuestros labios sale hasta que es demasiado tarde.

Jimin no entendía porque aquel chico flacucho y pálido le seguía, porque se empeñaba en estar a su alrededor.

Jimin tuvo todo desde joven, venía de una familia adinerada y estable, su madre le amaba y su padre también, jamás necesito ni careció de nada, su vida se podría catalogar como la mejor. Tal vez con el tiempo se volvió alguien prepotente e inmaduro. El lo tenía todo y no necesitaba de nada ni nadie.

Aquellos que le rodeaban sólo lo querían por su dinero, por su posición social, por lo que tal vez obtendrían de él.

Desde muy joven comprendió que quizás jamás tendría amigos verdaderos, nunca se casaría con alguien por amor.

En un mundo que sólo se ve lo que nos conviene no se sabe en qué ni en quién confiar.

Probablemente fue muy tonto de su parte, la presión de los demás sobre el, su odio hacia su persona, o algún otro aspectos, el no quiso decirle eso, el no quería que eso sucediera.

- ¿Qué podría hacer para que seas feliz? -

- Por qué no te mueres.

Y como el inmaduro ser que era no se dio cuenta del peso de sus palabras hasta que muy tarde fue.

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YoonGi juró y perjuro que haría todo lo que estuviera su alcance y lo que no para cumplir su único objetivo de vida.

Así que cuando escucho de los labios de Jimin que lo único que necesitaba para ser feliz era su muerte, el partió hacia aquel oscuro parque, esperando una oportunidad de acabar con todo y con ello terminar su cometido.
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Y sentado en aquella banca, bajo una intensa tormenta de nieve, se encontraba un hermoso chico, de bellos ojos rasgados, fina piel pulcramente pálida, negro cabello y pura alma.

Pájaros cantaban aunque realmente no existiera la presencia de ninguno, la dulce tonada de los bellos silbidos formaban una dulce melodía, una dulce melodía que hacia aquietar su fuerte corazón, una tranquila melodía que poco a poco menguaba sus suspiros.

La cálida frialdad que le brindaba la nieve le hacía recordar su vida, sus sueños y logros. Le hacía recordar a su ignorante madre y a su abusivo padre.

¿Qué tanto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora