Acababa de ducharme, llevaba puesta sólo una camiseta ancha que me llegaba hasta el culo, y entré en la habitación secandome el pelo con una toalla. Y allí estaba él, Jesús, esperándome pie, apoyado en la ventana.
-¿ Qué haces aquí?¿Cómo has entrado?.- Dije bajándome la camiseta lo más que pude.
- Tenemos que hablar, y lo sabes. He entrado por la ventana.- Dijo intentando no mirarme, riéndose.
- Date la vuelta anda.- Dije riéndome.
Se dió la vuelta y me puse unos pantalones cortos.
-¿De qué..quieres hablar?.-Dije mirándolo a los ojos. Tenía unos ojos marrones preciosos, me perdía en ellos, eran profundos y especiales.
-Pues de lo que ha pasado allí abajo. Me quedé con ganas de hacer algo.- Dijo mirándome.
Se acercó a mí, me cogió de la cintura y me pegó a él, estábamos muy juntos, me besó. Fue un beso profundo, suave, con amor, o al menos eso creo. El mejor de mi vida. Cuando me lo dió, se separó de mí, sonreí y le abrazé, él hizo lo mismo.
- Te quiero.-Susurré.
- Yo también mi princesa.- Sus labios rozaron mi cuello, me entro un cosquilleo. Me encantaba.
Me separé de él y le miré a los ojos.
- Nosotros..¿que somos?
- Dimelo tu preciosa.- Me cogió la mano, mirándome a los ojos y sonreí.
- Yo me tengo que ir.- Dijo mirándome. No paraba de sonreir ni de mirarme.
- Bueno, adiós. - Dije mirándolo, esperando que él se despidiera de mí como nunca nadie lo había hecho. De una forma especial y cariñosa. Y eso hizo, se acercó a mí y me dió otro beso. Luego me abrazó y me susurró al oído.
- Te quiero eh, mañana hablamos mi vida, que descanses. - Salió por la ventana. Y yo corrí la cortina, su paraba de sonreir ni de pensar en él, ni un segundo en toda la noche, me quedé dormida.
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Cuando mi hermana Ángela me echó de la habitación, pensé en ver a Dani. Lo necesitaba, necesitaba sentirme en sus brazos otra vez. Bajé al salón y le dije a mi padre que iba a dar una vuelta. Él me dejó ir. Salí y Dani estaba sentado en su porche, en un banco. Fuí por detrás sigilosamente y le tapé los ojos. Él cogió mi mano y los dejó apoyar sobre sus hombros. Le dí un beso en la mejilla por detrás.
- Hola.- Dije sonriendo, me senté a su lado.
-Hola mi reina.-Dijo mirámdome, colocando su mano encima de la mía.
-Necesitaba verte. No aguantaba más.- Dije sin apartara vista de él, no podía hacerlo, estaba ipnotizada, en otras palabras, enamorada.
- Yo tampoco.-Se acercó a mí y me robó un beso.
-Oye eso no vale. - Le robé yo otro.
- Te quiero.- Me abrazó.
- Y yo. - Sonreí abrazándolo.
Así pasamos hora, entre besos, abrazos, te quieros, mimos..Ya era tarde y como tardase más mi padre me regañaría.
- Me tengo que ir.- Dije acercándome a él.
Nos besamos. Eso era lo que me iba a tener feliz hasta que lo fuera a ver, al día siguiente.
-Bueno, mañana nos veremos. Que duermas bien mi amor.- Me dió un último beso y me fuí. Él entró en su casa y yo en la mía. Dí las buenas noches, subí a mi habitación y me quede dormida, tan feliz, que era difícil de creer.
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Un verano para recordar
Подростковая литератураPrólogo: Me llamo Ángela, tengo 15 años. Nací el 7 de Abril, pero no venía sola. Tengo una hermana gemela, sólo que ella tiene el pelo rizado y los ojos verdes y yo tengo el pelo liso, y los ojos Azules. Las dos somos morenas. Nuestros ídolos, Gemel...