Capitulo 13-Las cosas no van muy bien.

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-Subiré yo a hablar con ella..-Dijo Tamara.

-No, subiré yo. Tu ve con Jesús a casa.-Dijo Dani.

- Intenta convencerla.- le besó y se fue con Jesús.

Yo paré de llorar, miraba la ventana y se me venían los recuerdos que ya sabeis. Llamaron a la puerta.

Yo tomé aire y no conteste. Abrieron la puerta y entraron. Dani se sentó a mi lado. Por un momento pensé que era Jesús, pero claro que no. Era Dani.

-¿Cómo estas?.-Dijo Dani.

-A veces, cierro los ojos e imagino que esto es una pesadilla y que me voy a despertar en cualquier momento, pero cuando los abro la pesadilla esta hecha realidad. Ojalá estuviera aqui Jesús. Necesito tanto un abrazo suyo. Se que a mis padres no se los puedo dar..pero a él..- Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Mi hermano te sigue queriendo, te dejó porque no iba a soportar no abrazarte cada día, escucharte, verte. Y ahora que te quedas se arrepiente. -Dijo mirándome.

Yo le miré.

-No me creo eso..él sabe que le necesito..y no está aquí..conmigo.-Volví a mirar a la ventana.

-Bueno..está anocheciendo, vayamos a casa.-me tendió la mano.

Yo se la dí y me levanté del suelo.

-Gracias, de verdad.-le miré.

-De nada, para mí eres como mi hermana.-sonrió y me abrazó.

Yo entré con el en su casa. Nos llevo a nuestra habitación. La iba a compartir con Tamara, como antes, cuando todo estaba bien. Pero esa noche Tamara durmió con Dani en su habitación. Yo me sentía sola.

Jesús estaba en su habitación pensando. Joder, yo la amo. Necesito tanto tenerla entre mis brazos..me arrepiento de haberla dejado.

Yo abrí la ventana y salté por ella. Daba un paseo. Me encontré con chicas y chicos de mi estilo.

-Hola chica, ¿eres como nosotros?.-Dijeron mirándome.

-Depende de como seáis vosotros, yo no bebo sangre.-Dije bromeando.

Rieron y me fui con ellos, pasamos toda la noche por ahí. Yo estaba con todos pero especialmente hablando con un chico. El típico malote con moto del grupito. Cuando empezó a amanecer, me llevó a casa y subí por la ventana. Me puse el pijama y me acosté. Me despertó Tamara a las 12, haciéndome cosquillas. Luego bajamos abajo, ella seguía teniendo ese  aspecto dulce y yo en cambio iba de negro. Me daba igual lo que pensaran. Estaban todos desayunando. Tamara se sentó con ellos y yo no lo hize.

-Voy a ir a dar una vuelta.

Sin esperar respuestas me fui. Jesús estaba preocupado, más que todos. Yo quedé con el chico de anoche, era protector conmigo. Y parecía que yo le gustaba. Pero no se. Le conté todo lo que me pasó desde que llegue a Mairena. Él lo entendía, me sentía muy cómoda con él. Así pasamos la tarde, no fui a casa a comer. Estaban preocupados. A las 19:00 o así llegue a casa, me echaron la charla. Yo ponía la escusa de que no eran mis padres así que no mandaban. Todo me daba igual. Fui a prepararme porque había quedado con el chico a media noche. Jesús sabía que algo pasaba. Y Dani y Tamara seguían juntos, felices, inseparables. Que suerte tenía Tamara. Yo seguía queriéndole a él, a Jesús.

Un verano para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora