Capitulo 11

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Era nuestros 3 últimos  días en Mairena. Jesús estaba muy distante y muy frío. Tamara y Dani estaban bién. Era por la tarde, y me llego un whatsapp de Jesús. Yo sonreí, creí que esta tarde iba a ser diferente, que lo íbamos a arreglar.

Conversación de whatsapp:

-Puedes quedar esta tarde?

-Claro

-Pues en el parque a las 9.

-Vale

Hasta las conversaciones eran frías. Me vestí, me maquillé, me puse guapa para él, para ver si asílo arreglábamos. Yo no quería estar mal con él, y menos, en mis últimos días. Llegaron las 9, y él estaba sentado en el banco, yo me senté a su lado. El estaba desanimado, triste.

-¿Qué te pasa?.-Dije mirándole.

Él me miró, como apenado, parecía que iba a decir algo de lo que se iba a arrepentir.

-Ángela..-me cogió la mano.-Yo no quiero que suframos, tú sabes que yo te quiero y que siempre lo haré, pero te vas pasado mañana, y quién sabe cuando nos volveremos a ver. Yo lo siento..pero lo nuestro se acabó.-Dijo mirándome, conteniendo sus verdaderas palabras y sus lágrimas.

Yo no dije nada, sólo me levanté. Cuandoe la vuelta empezé a caminar, mientras lloraba silenciosamente, yo lo amaba, pero se acabó. Él se levantó y quiso detenerme para retirar todas sus palabras, pero no lo hizo y me dejó ir. Cuando llegé a casa, todos estaban en el salón, todos menos Tamara, que seguramente estaría con Dani. Yo subí a mi habitación, sin hacer ruido, cerré la puerta y seguí llorando, me apoyé en la puerta, y me tiré en el suelo.

Jesús estaba en su casa, pensando en mí y arrepentido, él también lloraba. No era el tío duro que todos creían que era.

Me levanté del suelo, y me eché en la cama, llorando, no podía parar. Pensaba en sus besos, sus abrazos, sus te quieros, pero el recuerdo que más me jodía era cuando decía "siempre estaré contigo princesa". Mentiroso. Sentía rencor. Ganas de pegarle una bofetada. Pero no podía hacer eso, porque le amaba.

Tamara con Dani estaba estupéndamente, no se iban a separar, ni por la distancia. Su amor era verdadero, así creía yo Jesús, pero me equivocaba.

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Un verano para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora