II

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JunHui nunca se había imaginado estar en aquella situación antes, incluso ni en fantasías, nunca se había dado la oportunidad de creer que llegaría a llevar a un chico a su departamento, siempre era él el que sugería ir al departamento de la otra persona o en dado caso, siempre recurrían al motel.

Si había un refugio que tenía a salvo siempre iba a ser su departamento y su habitación, eso era en lo único que no deseaba parecerse a su madre, nunca permitir que mancharan el ambiente de su casa, de su lugar de descanso; su cama.

Pero esa noche aquellos besos le habían convencido a que Jun mismo sugiriera ir a la habitación. No podía esperar más.
Incluso mantenerse quieto en el taxi les había sido difícil. Y que es deseaba seguir sintiendo los besos de WonWoo en su cuerpo, en su cuello, en su rostro, en sus labios y sin exagerar lo deseaba en su cuerpo.

y fue así que aquella madrugada se vio envuelto entre paquetes de condones abiertos, JunHui estaba embriagado por aquellas sensaciones que nunca antes había sentido, incluso entre cada penetración que WonWoo le daba no dejaba espacio en su mente si quiera para tener miedo pues era abrumada por el placer y el como se sentía tan bien. Cuando las altas horas de la madrugada había llegado y finalmente el último orgasmo del coreano explotó, se vio sorprendido, Jun derramaba algunas lágrimas.

WonWoo creyó por unos instantes que quizá, lo había lastimado pero aquello era casi imposible, así que con la misma sutileza y cuidado como lo había tratado desde que habían entrado a aquella habitación, sólo lo atrajo a su cuerpo y lo abrazó, mientras acariciaba sus cabellos, no debía ser un científico para descubrir que era un problema con él mismo... Después de todo reducir un poco el ambiente en el que había estado Jun era fácil.

Y así espero hasta que se quedó dormido, usualmente WonWoo esperaría a una invitación para abandonar la habitación, pero simplemente luego de unos minutos de admirar a Jun cayó rendido ante el cansancio, un sueño tan profundo que sólo le hizo despertar aquella mañana ya con el sol deslumbrando su día y con una intensas ganas de orinar. No se percato de que la cama estaba vacía hasta cuando comenzó a buscar sus boxers siendo que la única que estaba aún en el mismo lugar donde se la había quitado, era su ropa.
Comenzó a abrir cada una de las dos puertas que había dentro de la habitación para poder dar con el baño que por fortuna había uno junto a la misma y fue donde desahogo sus necesidades naturales. Lavo sus manos y luego su rostro, antes de salir de nuevo del lugar, encontrándose con el chino... Temía por que nuevamente la invitación que no había llegado en la madrugada llegara ahora pero lejos de eso, fue sorprendido con una invitación a una relajante ducha caliente compartida con el extranjero y luego el resto de una mañana divertida preparando waffles. Cuando llegó la hora de despedirse luego del desayuno y casi al medio día ambos intercambiaron números y así fue como se mantuvieron en contacto la semana siguiente.

WonWoo nunca descartó la esperanza de poder enamorarse, nunca se dejo llenar por sus anteriores relaciones fallidas, si algo le caracterizaba era lo fácil que se entregaba a las personas, incluso si eso implicaba hacerlo infeliz durante temporadas. Tampoco era como si no se lo tomará en serio, o se haya tomado en serio sus relaciones, pero sin duda sabia seguir adelante.

Su tercer encuentro finalmente fue planeado. Y era una cita.

Habían encontrado tiempo a la semana siguiente, en viernes.
Jun no había recordado estar tan nervioso antes por encontrarse con un chico, pero claro, no era cualquier chico, era Jeon WonWoo, extrañamente no dejaba de pensar en él, y cuando su mente traía a su cabeza los recuerdo de su noche provocaba una sonrisa en su rostro y un deseo en su interior despertaba. Su cerebro le advertía que debía alejarse y huir lo antes posible, pero su corazón deseaba ser amado, había depositado sus ilusiones en aquel chico, y a pesar de que no se había conocido de la manera más romántica, quería creer que su príncipe al fin había llegado a salvarle del horrible dragón...

One more night | WonHuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora